VIAJE AL CENTRO DEL CONOCIMIENTO

Por Juan Manuel Zevallos Rodríguez.

Viajar al interior de la tierra es una tarea imposible para los seres humanos. Viajar al fondo de los mares es una tarea titánica y llena de grandes desafíos. Descubrir el interior de nuestro ser, para muchos, es algo más complicado que las tareas antes señaladas.

HOY CONOCI EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

Los seres humanos estamos hechos de muchas cosas: los químicos nos dicen que nuestro organismo está conformado a priori por carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. Freud hablaba del yo, del ello y del super yo, al hablar de nuestra mente. Los biologistas basan sus definiciones en la célula, los tejidos, órganos y sistemas.

 Hoy vengo a hablarles de que nuestro conocimiento está hecho de pensamientos y emociones.

Tenemos en nuestro interior pensamientos, tanto buenos como malos. Por consiguiente, tenemos pensamientos constructivos y pensamientos de destrucción.

A la vez también tenemos sentimientos nobles, de gratitud, de amor, de compromiso y, sentimientos negativos de odio, rencor y asociados a la conducta violenta.

Del conocimiento adecuado de ambos componentes de nuestro ser, de su balance y trabajo en equipo lograremos un desarrollo personal o una involución.

Pero en medio de ambos, pensamientos y sentimientos, ubicamos nuestras conductas ancestrales asociadas a los instintos, de vida y de muerte.

Cuando los instintos de vida predominan y alumbran nuestra mente, los pensamientos constructivos y los sentimientos de nobleza pueden gobernar nuestra existencia. Por el contrario, cuando el tanatos, el instinto de muerte, se activa en nuestra mente, los actos de destrucción asociados a pensamientos y sentimientos negativos se desarrollan sin límite alguno.

Podemos seguir siendo seres no frontales y actuar de modo instintivo, una vez con bien y otras con mal u otras veces, cuando ambos instintos se activan, como seres encontrados, con disputas mentales entre lo correcto y lo incorrecto, seres que piensan en hacer algo noble y que por predominio de sentimientos negativos llegan a la ejecución de actos reñidos con la moral y las buenas costumbres.

Cuando dejamos que nuestros instintos gobiernen nuestra vida nos volvemos seres humanos confundidos, atosigados por las influencias del medio entorno en el cual vivimos, sufrimos incansablemente por la dicotomía del bien y del mal, de lo correcto y lo incorrecto, de lo justo y lo injusto y en fin, de lo que debemos hacer y de lo que no debemos hacer.

Debemos asumir un control de nuestra vida instintiva y de ese caos mental que empieza a dominar nuestra existencia. Debemos buscar el autoconocimiento, saber quiénes somos, cuáles son nuestras fortalezas y cuales nuestras debilidades. Debemos de catalogar nuestras fortalezas y nuestras debilidades como en el clásico análisis FODA de las instituciones. Debemos indagar en lo profundo de nuestro corazón emocional la fuerza de nuestras emocionales nobles y la intensidad con la cual pueden expresarse aquellos sentimientos nefastos y destructivos.

La búsqueda y el descubrimiento de las verdades que existen en nuestro ser es un paso importante para nuestro desarrollo personal, social y laboral. Sólo conociendo nuestras capacidades podremos llegar a desarrollar proyectos relacionados a éstos. Conociendo mis limitaciones buscaré un mayor nivel de capacitación y de experiencia para lograr minimizarlas.

Si se que soy irritable, en virtud de mi análisis emocional, entonces podré trabajar en el control de mi explosividad emocional. Si descubrí que fui en el pasado muy alegre y que ahora ya no lo soy, debo buscar las causas que generaron que la alegría se aleje de mi rostro y de modo imperativo debo de instarme a volver a sonreír.

Un buen análisis personal, nos lleva a un buen diagnóstico de aquellas áreas en las cuales debo de trabajar para ser mejor. Un buen diagnóstico personal me abrirá las puertas para hallar las respuestas a mis problemas y para orientar mi proyecto de vida en virtud de mis fortalezas y para canalizar mis expectativas de vida en relación a mis limitaciones.

Aceptar que soy tal como soy, un ser humano con tantas cosas buenas en su interior y con tantas falencias es un paso importante en el proceso de descubrimiento personal primero y luego en el de autoaceptación.

Somos, así es, seres de carne y hueso, seres que piensan y que sienten, de buena y de mala manera, por qué así lo mandan nuestros genes o por qué así lo mandan las normas sociales que han gobernado nuestra existencia a lo largo de muchos años.

Pero seriamos mezquinos si permaneciéramos en este punto de nuestro desarrollo personal, no basta con hacer un descubrimiento interior y aceptarlo, debemos de proponernos ser mejores cada día, debemos proponernos trabajar en nuestras fortalezas para que éstas alumbren el camino en el cual desarrollaremos nuestras actividades a lo largo de nuestras vidas y debemos de trabajar con mayor ímpetu en aceptar nuestras limitaciones, en minimizarlas en lo posible y en saber que aunque haga todo mi esfuerzo, nunca seré un ser perfecto, siempre he de ser un ser humano que puede trabajar por ser mejor y que cada día se siente feliz con lo que hace, con sus aciertos, con sus errores y con el propósito de ser cada día mejor.

Alcanzar el nivel del propósito de cambio antes descrito es fundamental para cambiar nuestra perspectiva, para poder comprender ese modo tan particular de ver el mundo.

Cuando trabajamos arduamente en este proceso de desarrollo personal, el mundo que nos roda de pronto cambia. Aquel mundo oscuro, lleno de bruma y de problemas que nos limitaban en la ejecución de nuestros sueños, desaparece. De pronto la luz que durante tanto tiempo estuvo ausente ciega por un momento nuestros ojos, luego nos acostumbramos a ella y apreciemos un mundo nuevo, lleno de oportunidades, de gente maravillosa llena de bondad y que está comprometida con la vida.

La vida es maravillosa al alcanzar un nivel distinto de desarrollo.

Recuerda: aquel que logra la autoaceptación y trabaja su propósito de cambio personal podrá ser feliz en soledad.

Luego vendrán los nuevos desafíos, la aceptación del mundo que nos rodea, saber e interiorizar que nuestro prójimo puede ser una persona noble de corazón o un asesino a sueldo. Ninguna de ambas circunstancias es en fin relevante, si hallamos gente buena debemos sentirnos felices por ello y si el grupo de gente que nos rodea es negativa, debemos de brillar y alumbrar sus ojos, debemos de contarles de lo maravilloso que es vivir, debemos en fin compartir con ellos nuestros instantes de alegría y nuestros momentos de realización. Alguno probablemente abrirá también sus ojos, alguno entenderá el mensaje y buscará cambiar, esa deberá de ser tu nueva alegría.

Ahora, libres de ataduras, vamos, descubramos ese mundo que habitaba en nuestro recuerdo más remoto, aquel de los años de infancia, de los buenos vecinos y los amigos inolvidables. Ese mundo existe, está cohabitando por cada uno de nosotros. Démonos una sola oportunidad de verlo y vivirlo a plenitud, no te arrepentirás de ello.

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