No más sangre en Venezuela
Por: Carlos Meneses
Los países libres repudian a los regímenes totalitarios que empobrecen a naciones que fueron económicamente poderosas y ahora por culpa de abusos de minorías se encuentran en la ruina.
No se trata solamente del reconocimiento o desconocimiento del resultado de las elecciones recién realizadas en Venezuela, sino de devolver la paz y la fraternidad a un país que tiene 8 millones de nativos fugitivos en países hermanos. Lo deseable es que se encuentren fórmulas de convivencia democrática en una nación donde nadie puede entenderse con quienes persisten en dictadura.
La responsabilidad de lo que ocurre en el territorio en el que nació y vivió Simón Bolívar, es de la infiltración cubana que indebidamente ha provocado la peor crisis económica en un Estado que fue rico y ahora se debate en la miseria.
El mejor sistema de gobierno es el que es producto de elecciones libres y del respeto que a los resultados en las ánforas puedan tener las naciones americanas. No ocurrió en Cuba primero, tampoco en Nicaragua y según parece y hasta el momento también en Venezuela.
La lucha fratricida en que está empeñado el gobierno de Nicolás Maduro no es una solución duradera. En las elecciones realizadas no se han respetado los resultados de las urnas si bien ahora se desconocen las cifras y se consuma el fraude, esta situación no será eterna. Está más cerca que nunca el fin de la dictadura y la caída de Maduro.
América entera debe reaccionar para rechazar el abuso del que han hecho gala los líderes del mal entendido poder de Maduro que con el respaldo de los militares han desconocido votación que lideró una valiente mujer que de seguro terminará presa.