Por: Simon Heck

REFLEXIONES

Actualmente, es consumida por dos tercios de la población mundial y 50% de la producción global se utiliza como el alimento o vegetal básico en los hogares. Este éxito se debe a que existen más de 4000 variedades de papa que poseen increíbles características de resiliencia, así como excelentes valores nutricionales.

Sin embargo, estos amplios beneficios para la nutrición y el estilo de vida rural han pasado relativamente desapercibidos fuera de Perú y la región andina, donde el tubérculo continúa siendo un patrimonio nacional desde su domesticación unos 8000 años atrás.

Esto se evidencia en los bajos niveles alimentarios que atraviesan las poblaciones vulnerables. Por ejemplo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los graves problemas de salud pública es la anemia, la cual afecta a un 20% de los niños de 6 a 59 meses de edad, un 37% de las embarazadas y un 30% de las mujeres de 15 a 49 años. En el Perú, de acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes 2023), más del 40% de las niñas y niños de 6 a 35 meses de edad presentan anemia, afectando de manera significativa en el área rural (50.3%) y en el área urbana (40.2%).

¿Cómo puede la papa mejorar estos índices? La respuesta radica en su alto valor nutricional, su resistencia y su adaptabilidad. Estos factores hacen de la papa uno de los alimentos básicos más importantes a escala mundial, es el tercer cultivo alimenticio más relevante en consumo humano a escala global y una herramienta valiosa para combatir la desnutrición y la anemia, especialmente en países en desarrollo.

Recientes investigaciones realizadas por el Centro Internacional de la Papa (CIP) en colaboración con el Instituto de Investigación Nutricional (IIN), ETH-Zúrich y la Universidad de East Anglia han descubierto que el hierro presente en la papa es altamente absorbible por el organismo humano. Además, se ha encontrado que una papa biofortificada puede satisfacer hasta el 50% de la ingesta diaria de hierro necesaria. De esta forma, el tubérculo estrella del Perú puede contribuir a la lucha contra la anemia ferropénica que reduce la vida de más de uno de cada tres niños.

Además, se estima que para el 2030 la producción total de papas alcanzará los 750 millones de toneladas, donde la producción de Asia, África y América Latina superará los 440 millones. De esta forma, la papa es más que un cultivo esencial, es una fuente de sustento rural y un pilar crucial para la seguridad alimentaria, en especial para las regiones en desarrollo del orbe donde el papel del Perú será clave para estudiar, analizar, preservar y transmitir su experiencia milenaria con el tubérculo más famoso del mundo.