MERCEDES GIBSON: LA VIDA HECHA POESÍA

Por: Hélard Fuentes Pastor

Mercedes tenía una mirada vibrante. Así se aprecia en una fotografía de la guía documental de Arequipa de 1967, donde es descrita como una mujer fina y espiritual. Proveniente de una estirpe arequipeña de renombre —los Gibson, los Möller y los Parra del Riego—Mercedes heredó la pasión literaria y académica de su familia, escribiendo con la misma intensidad que su padre, Percy Gibson Möller, y su tío, Juan Parra del Riego, hermano de su madre, también Mercedes. En el ámbito de las letras y de los sectores sociales más prominentes, tanto su hermana Doris como ella destacaron en una época donde la mujer comenzó a empoderarse en los círculos intelectuales del país.

En los años 50, Mercedes dio vida a “Flora: revista peruana del hogar”, una publicación que se convirtió en un escenario para mujeres influyentes como Elena Aramburú, Mariella D’Onofrio, Catalina Recavarren de Zizold, Carmen Rosa Tola, Judith Westphalen, Lily Cerpa, Margot More, Teresa Benavides y Patricia Pardo de Cela,  según una semblanza de Adela Pardo Gámez en 1967. También contribuyeron autores del prestigio de Fernando de Szyszlo y Luis E. Valcárcel.

La poesía de Mercedes se caracteriza por su profunda carga emocional y su introspección personal. Sus versos, cargados de nostalgia y contemplación, capturan la esencia de un alma sensible: “Antes del dolor, / el eco de tu / rostro en los senderos. / Estrella de mi noche”. Con una delicadeza melancólica, escribe: “Antes del dolor / el amor que no conocía. / Antes del dolor / todo lo que existe / y no existía”, mientras explora la paradoja de soltar y seguir adelante: “Después del dolor / solamente / Tú”.

A pesar de que algunas publicaciones sugieren que Mercedes era limeña y nació en 1917 o 1912 (Hélard Fuentes, 2019), la verdad es de Arequipa y su mamá alumbró en 1911, un año después que su hermana Doris, quien llegó al mundo en Lima debido a un parto inesperado que ocasionó que su madre, en avanzado estado de gestación, desembarque en el puerto del Callao. Una vez nacida, sus padres debieron continuar con su viaje a Mollendo. Este detalle refuerza la certeza de que Mercedes vio la luz en la Ciudad Blanca, según figura en su partida de defunción.

En Lima, Mercedes conoció a escritores y artistas de renombre. José María Eguren, que visitaba a su padre Percy, impresionado por su belleza, pidió a su hermana Doris que intercediera por él (Fernando Ampuero, 2013). El autor de “La niña de la lámpara azul”, le presentó a Ángela Ramos, quien en una conferencia de la ANEA, la describió como “una criatura grácil, que al morir se reveló como una poetisa de verdad”. Asimismo, el pintor Ricardo Grau inmortalizó su figura en un retrato en óleo en 1938. Entre los círculos de su tiempo, fue apreciada por su fina presencia y su verdadera esencia como poeta.

Mercedes, con su espíritu de buena aventurera, recorrió Europa y Estados Unidos. Por ejemplo, los registros de inmigración norteamericanos muestran que una mujer con su nombre viajó a Nueva York en 1936, pero no llegó a establecerse lejos de su tierra. Aunque no se conoce una obra consolidada, su participación como traductora de la monografía “El arte del indio” de René D’Harnoncourt en los Estados Unidos para el Instituto Nacional Indigenista en 1943, revela su rigurosidad y su compromiso con el arte y la cultura. Además, su conocimiento sobre la cultura, la belleza y la poesía dejó una huella en sus escritos.

Su vida fue una verdadera poesía. La revista Qué Pasa (2002), menciona que fue el segundo matrimonio de Darío Sainte-Marie Soruco, un periodista chileno con quien se estableció en aquel país, “no tuvieron hijos y acabó al poco tiempo”. Un registro advierte que Dario viajó a Nueva York en 1936; allí se registró como “newspaper” y vivía en Valparaíso (Chile). Luego debió pasar a Lima, en la calle Ocharán N.° 440, y, en efecto, Mercedes se casó con dicho empresario de 37 años cuando ella tenía 33, un sábado 27 de enero de 1940. Aquí también se anota su “arequipeñidad” y su domicilio en la calle Quilca N.° 487 de la capital.

Durante la convivencia, Volpone —como Dario se hizo conocer— fundó el diario Clarín en 1954. Ambos viajaban constantemente; pero pronto, el vínculo matrimonial fue disuelto según sentencia del 25 de marzo de 1960. Cuando Mercedes falleció, el declarante Julio Pérez, señaló que la poeta fue viuda de don Boris Wishkin. No cabe duda de que, su modo de amar y su constante itinerancia contrastan con su apego a la ciudad de Lima.

Mercedes Gibson falleció el 12 de diciembre de 1964 en la Clínica Internacional, a las 10:40 de la noche, ya viuda. Vale destacar que Rosina Valcárcel (2006) señala que su salud, afectada por la tuberculosis, llevó a la interrupción de la publicación de “Flora” y al deterioro de su estado físico. A pesar de las adversidades, aquel legado literario y periodístico perdura, reflejando la profunda sensibilidad y el espíritu vibrante que definieron su vida y su obra. No en vano, en una lectura de poemas del Centro Cultural Peruano Norteamericano, en pandemia, la poeta italiana María Borio interpretó su poema “Antes del dolor”, una joya de su tiempo, tal cual refiere Carmen Rivera señalando que “impregna de fuerza las palabras, lo efímero se vuelve perecedero, late cobra vida” (2023).

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