En el cuarto día de su huelga indefinida, los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) anunciaron que endurecerán sus protestas a nivel nacional. Ayer por la mañana, aproximadamente 20 manifestantes se concentraron frente a la oficina regional sur del INPE para manifestarse contra la intransigencia del Ministerio de Justicia. Sin embargo, fueron dispersados por la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Policía Nacional del Perú (PNP), que lanzó tres bombas lacrimógenas.

Actualmente, el personal del INPE percibe un salario de S/2200, mientras que los trabajadores bajo el régimen CAS ganan S/1500. Los manifestantes consideran estas cifras injustas, ya que sus sueldos no han experimentado un incremento en los últimos 10 años. Por ello, entre las demandas de la huelga se incluye el aumento de la Remuneración Integral Mensual (RIM) en S/1120 adicionales para el personal contratado bajo el régimen CAS, conforme a lo establecido en la Ley N° 29709.

«No hay relevos para el personal de seguridad en el penal de Arequipa, lo que obliga a permanecer de forma continua. Este es el cuarto día de nuestra huelga indefinida. Si las autoridades no atienden nuestras demandas, nos veremos obligados a radicalizar las medidas de fuerza a nivel nacional. Esperamos que en estos días el Gobierno central nos ofrezca una solución. De lo contrario, estamos considerando iniciar una huelga de hambre a nivel nacional», declaró el subsecretario de defensa del INPE, Benedicto Choque Caytano.

En la región sur del Perú hay aproximadamente 850 trabajadores del INPE, de los cuales 170 laboran en Arequipa. Debido a la huelga indefinida, el penal de Socabaya ha implementado medidas de emergencia. Aunque los servicios de alimentación y salud para los internos continuarán operando, las visitas familiares y conyugales han sido suspendidas hasta nuevo aviso.