Por: Carlos Meneses

De estas citas ha participado el gobernador regional Rohel Sánchez, quien explica que en la semana que viene esperan decisiones trascendentes respecto al tema.

La visión optimista del ministro de Economía indica que en el 2024 el crecimiento del Perú llegará al 3.2%, pero la misma evaluación y para igual tiempo es la que ha revelado el grupo Moody’s que estimó en 2.7% dicho crecimiento, que sería inferior al esperado por el ministro Arista e insuficiente para los requerimientos que espera el titular de Economía para superar las exigencias del desarrollo nacional.

Es difícil, estando en el mes octavo del año, que después de los resultados de julio que han sido inferiores a los que se venían registrando podamos alcanzar la meta de superar el porcentaje estimado por los economistas nacionales que asisten al ministro de Economía.

Para colmo de males observadores internacionales aseguran que Perú está bordeando el número de sus habitantes pobres en más de un millón de personas. Las condiciones de los mercados nacionales no son positivas y menos ahora en que se ha producido una baja en la cotización internacional de productos de exportación, sobre todo, de cobre cuyo precio ha disminuido en relación a los primeros meses del año.

Además, la política fiscal no ha variado y se siguen concediendo subsidios para atender demandas ciudadanas sobre obras paralizadas en el gobierno central, en los regionales y hasta en los municipales.

Los gobiernos de las regiones se quejan de que siguen existiendo obras detenidas a medio hacer y se acaba de realizar una reunión en Lima para que el gobierno intervenga y evite que siga la política de permitir que los sistemas de arbitraje, en unos casos, y de carencias fiscales, en otros, impida poner al día lo que está infelizmente detenido, sobre todo, en obras de habilitación de carreteras, hospitales y colegios.