Conoce el pasaje que antes daba al río Chili y a una mítica sirena en Arequipa
Al costado de lo que hoy es Plaza Vea se ubica un combinado de estilos arquitectónicos e historia mística que necesita ser recuperado por la MPA.
Por Danna Felipe B.
A finales del siglo XIX y principios del XX, la industria de las curtiembres se desarrolló en Arequipa. La familia Ibáñez tenía su propio negocio para transformar las pieles de los animales en cuero, donde actualmente se alza Plaza Vea, en la avenida La Marina. El mismo apellido sirvió de referencia para nombrar al pasaje que se encuentra a su costado después de 1917.
Nuestro recorrido por el pasaje comenzará en el otro extremo, a pocos metros de la intersección de las calles Cruz Verde y Puente Bolognesi. Antes de adentrarnos en él, en la primera vivienda a la izquierda, está la placa con su denominación y, más abajo, dice «Antes Callejón del Puente».
Sin embargo, esos no son los únicos nombres que recibió. Por un tiempo, el arquitecto William Palomino nos cuenta que también fue conocido como «Las Carnecitas» y «La Bajada al Río». El porqué no es difícil de imaginar.
Ahora sí, caminando por el pasaje, exactamente en la segunda vivienda a la izquierda, Palomino Bellido nos detalla que la casa posee un estilo arquitectónico neorenacentista.
Entre sus principales características están el techo de rieles (estructuras metálicas) y, en el medio de los mismos, sillares, así como arcos rebajados en los ingresos. Así se hizo sentir la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX a la ciudad, imitando su estructura y dejando atrás los accesos rectos y los techos de bóveda o arco.
A su costado hay una vivienda con un balcón de estilo art déco, construida después de 1950. El método utilizado es casi igual al contemporáneo, el enmallado de fierros de construcción con un posterior vaciado de concreto. Es un estilo más sencillo y sin decoraciones nobles predeterminadas, a diferencia de algunos de sus homólogos.
Bajando un poco más, llegamos a la actual propiedad de Plaza Vea. Arriba de la primera puerta que encontramos hay un epígrafe de 1872. William Palomino señala que la estructura frente a nosotros es de estilo neoclásico.
Para el otro lado, el inmueble con el portón negro es de estilo neoperuano, una imitación de la arquitectura antigua. El inmueble no tiene ni 15 años de antigüedad y está construido sobre un conjunto de históricas bóvedas.
Saltándonos una infraestructura, se encuentra el tambo La Cabezona. Quizás te preguntes, ¿qué es un tambo? El profesional explica que es un lugar donde los comerciantes y arrieros se hospedaban junto a sus animales de carga, que dormían en un patio amplio del inmueble.
La Cabezona surgió en los últimos años del siglo XIX. Antes fue un molino de almidón y también llegó a ser administrado por la familia Chirinos, vinculada a la política peruana con el partido APRA. Tiene un estilo arquitectónico barroco tardío. Una de sus características es que en la parte alta de sus accesos hay capiteles, es decir, decoraciones predeterminadas.
El histórico tambo tiene varias puertas hacia el pasaje Ibáñez. Así, antes se veía la estructura de sillar del centro comercial, cuyo color distinto es el rojo que tenemos enfrente y que es de estilo neoclásico y neorenacentista
Al llegar a la avenida La Marina, hace aproximadamente 50 años, primero nos encontrábamos con la acequia que sigue alimentando el molino Las Mercedes y luego con el río Chili, de ahí la denominación «Bajada al Río». Numerosas historias se han contado sobre cómo una sirena se llevaba a locales y extranjeros, especialmente chilenos, durante la guerra del Pacífico.
Tiempo después, se le conoció como «Las Carnecitas», ya que a nuestro lado izquierdo, pasando por las ménsulas del balcón del tambo La Cabezona, estaba el camal.
Sin duda, fue como introducirnos en una máquina del tiempo. Lamentablemente, muchos arequipeños desconocen el pasaje y su historia, y otros quizás le tienen un poco de temor a causa de su estado actual. Aquí radica la importancia de que la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) lo recupere, ya que, como habrás podido darte cuenta, hay varias pintas en sus estructuras declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad.