El duelo oficial
Por: Carlos Meneses
Entendemos que todo esto se deriva de la excepcional circunstancia vivida por la reacción ciudadana que ha testimoniado sus sentimientos de pesar para con el expresidente de la República, lamentablemente fallecido.
Ha sorprendido a la mayoría de peruanos que el duelo oficial establecido en el caso de la muerte de un presidente de la República haya sido deformado incumpliéndose normas específicas sobre presencia y acción de los poderes del Estado y del comportamiento de las Fuerzas Armadas.
En el caso de Alberto Fujimori se dispuso un duelo que no significa que el sector público deje de laborar y sí se icen a media asta las banderas de los edificios públicos, pero no que en el Congreso dispongan el cese de labores.
También se han observado desplazamientos militares que no estaban reglamentados en la forma que se han realizado y todo ello alterando normas que están vigentes y que debieran respetarse. Entendemos que el pesar colectivo por el deceso del expresidente Fujimori ha sido trascendente e importante.
Es de obligatorio cumplimiento la Constitución y la ley, también deben serlo los reglamentos institucionales que no pueden estar sometidos a circunstancias que se deriven, como en el caso del señor Fujimori, por una innegable voluntad mayoritaria de la ciudadanía para testimoniar pesar por el fallecido gobernante.
Incluso la presidencia de la República tuvo un gesto de pésame que no estaba previsto, sumándose a la concurrencia numerosa del pleno del gabinete afectado por el fallecimiento del señor Fujimori. El comportamiento del Estado debe ser igual en todos los casos y no lo ha sido.