En riesgo inversión de S/ 4 millones en Centro Vivero Vitivinícola de Autodema
Por Erika Romero Díaz
Contraloría concluye que dependencia no cumple con labores de investigación sino realiza actividades empresariales que no están autorizadas por el Estado peruano.
OBRA NO SE INAUGURÓ Y YA TIENE PAREDES CON RAJADURAS
Autodema invierte en total S/ 4 175 324 en la primera etapa de la instalación de la planta demostrativa de procesamiento de vino y pisco. Primero contrató los servicios de elaboración del expediente técnico por el que pagó S/ 1 734 047. El año pasado, la empresa Corporación B&V Construcciones S.A.C. se adjudicó la licitación para la ejecución de la obra, por el monto de S/ 2 407 377 y para las labores de supervisión se desembolsó 33 mil 900 a favor de la proveedora Kelly Milagros Abado Chávez. Sin embargo, la Contraloría ha verificado una serie de incumplimientos en la construcción que perjudicarían la permanencia de la edificación.
De otro lado, la entidad de control ha cuestionado que el Centro Vivero Vitivinícola cumpla la finalidad por la que fue creado. En cinco informes de control, el organismo estatal detalla sus hallazgos y los hace de conocimiento de los funcionarios a los que les fue asignado el cargo de gerente ejecutivo desde el 2023 hasta la fecha.
PAREDES CON RAJADURAS
La obra que se ha encargado a la Corporación B&V Construcciones S.A.C ha sido inspeccionada por los auditores de la Contraloría General de la República (CGR). El 9 de agosto se presentaron en la sede de Majes para verificar el avance de los trabajos en el almacén de maduración, área de parcking, almacén de parcking. área de recepción, área de destilación, de fermentación y servicios higiénicos. Las obras físicas comenzaron el 9 de marzo de este año y también los primeros inconvenientes porque la supervisora inicialmente contratada subcontrató los servicios de otro ingeniero.
Al revisar los documentos se verificó que a los dos días del inicio hubo una primera suspensión de la obra porque el residente de la obra tuvo que ser cambiado a causa de su renuncia irrevocable. En junio ocurrió otra suspensión de la obra.
Aquel viernes 9 de agosto, en la obra estuvo presente el ingeniero residente, pero no la ingeniera en seguridad mucho menos el inspector de la obra, quien de acuerdo a las cláusulas contractuales debe estar siempre. La ausencia de este personal acarrea una penalidad de 0,5 UIT, por cada día.
La asistencia del profesional en seguridad es para evitar que los obreros laboren en inadecuadas condiciones y sin material de protección.
“El personal obrero del Contratista (Corporación B&V Construcciones S.A.C) viene realizando trabajos en obra sin contar con el Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR), lo cual pone en riesgo su integridad y vulneraría sus derechos laborales, y de presentarse un accidente de trabajo, se genere el riesgo de no cubrir los gastos médicos y/o no pueda acceder a cobertura de pensiones contra riesgos de invalidez y muerte por accidente de trabajo o enfermedad profesional; exponiendo a su vez a la entidad a asumir contingencias que no se encuentra debidamente gestionadas”, se lee en el informe en el que se adjuntó los nombres de los 8 hombres que no tenían el SCTR al día. También hicieron notar que en el monto del contrato firmado para la ejecución de la obra se incluyó el pago de los seguros de los trabajadores.
De otro lado, la presencia diaria del inspector de la obra haría notar de las imperfecciones en los acabados de las paredes. La comisión se percató de la existencia de partidas con deficiencias constructivas que pondrían en riesgo la calidad de la construcción y el deterioro prematuro de la obra.
Lo que hallaron fue que varias secciones de los muros del área de destilación y de recepción tenían pronunciadas fisuras.
OBSERVAN CAPACIDAD OPERATIVA
El Centro Vivero Vitivinícola carece de procesos internos que le permitan controlar, por ejemplo, la producción y ventas de sus productos. Ahí hay todo un desorden, pues fue la Contraloría la que se percató de un adeudo de 32 mil soles de parte del Gobierno Regional de Arequipa que compró botellas de vino.
De otro lado, no tienen control sobre la producción de pisco y vino, semanas atrás, reporteros de este diario adquirieron dos botellas de pisco que les fueron entregadas en el almacén de Autodema de la Urb. La Marina (Cayma). Al ingresar notaron que de una camioneta descargaban varias cajas de vino envasadas en botellas de plástico descartables. A uno de los encargados de esa tarea le dijeron que tengan cuidado con dejar mucho producto porque el almacén iba a parecer una botillería.
“Durante la visita de inspección física, se verificó que el Centro Vivero Vitivinícola no cuenta con registros de producción de los nueve lotes de vid que se encuentran en producción, como consta en el acta de la visita”, se detalla en el acta del 30 de enero de este año levantada por la CGR.
En esa misma fecha dieron cuenta del almacenamiento de plaguicidas vencidos y que su uso ocasionaría afecciones a las personas. También notaron que no existía un protocolo para el lavado de los envases donde se preparaba el veneno para insectos. Es decir, en el Centro Vitivinícola operan de manera rudimentaria.
Al analizar la finalidad del Centro Vivero Vitivinícola de Autodema, la CGR señaló que esta dependencia no está definida como centro de investigación, de transferencia tecnológica, de producción ni de innovación, por lo que, no se justificaría la razonabilidad ni necesidad de su existencia.
Más bien notaron que las actividades del centro se relacionan con la producción de vid, procesamiento de uva, y venta de pisco y vino y esas son acciones que no corresponden a actividades de transferencia tecnológica del cultivo de la vid.
“La transferencia tecnológica es el proceso de transmisión de la información científica, tecnológica, del conocimiento de los medios y de los derechos de explotación hacia terceras partes para la producción de un bien, el desarrollo de un proceso o la prestación de un servicio, contribuyendo al desarrollo de sus capacidades”, de acuerdo al glosario de Concytec.
De este mismo parecer es Indecopi que ha considerado que el Centro Vivero Vitivinícola de Autodema compite deslealmente con otros productores pisqueros y por eso le ha prohibido que comercialice con el pisco. Autodema incumple la orden de Indecopi.