Por: José Colque

De los 14 cuerpos encontrados alrededor del campamento minero de Ático, uno era de Caravelí (Arequipa), mientras que el resto provenía de Lima, Ica y Junín. El reciente reconocimiento de 6 de los últimos 7 cadáveres hallados en el sector Catarata puso en evidencia la presencia de personas ajenas de la provincia en el enfrentamiento.

Todos los cadáveres presentaban orificios de bala, producto de una masacre armada que pesa como tesis fiscal del Ministerio Público producto de la supremacía que se busca en dicha concesión minera.

Cinco días después del enfrentamiento, el 7 de junio la policía reportó el rescate del segundo grupo de 7 cadáveres que, tras un examen de reconocimiento que duró varios días, corresponden a Agapito Yarasca Peña (Ica), Juan Pintado Cruz (Callao), Andrey Espinoza Villanueva (Lima), Abel Ángel Solórzano Rosales (Lima), Luis Gavino Collado (Lima), José Domínguez Espinoza (Lima). Mientras que el restante sigue como NN.

Cabe precisar que en el primer grupo está el único arequipeño. Se trata de Aurelio Castañeda, quien era de Caravelí. Los primeros cadáveres encontrados en el sector de Huanaquita son de Alain García (Callao), Leonardo Lino Lara (Lima), Gilberto Romero (Junín), Jordy Solórzano (Callao), Milton Zelada (Lima), Carlos Mendoza (Ucayali) y Alex Castañeda (Caravelí).