Por: Carlos Meneses

Esperamos tener la oportunidad futura, que ahora perdemos, para que nuestra tierra sea honrada con la presencia de personalidades de nuestra lengua castellana.

El Congreso Internacional de Idioma Español que debía realizarse en Arequipa no tendrá lugar por decisión de la Real Academia que ha escogido como sede a Cádiz, por la situación política que vive Perú en los últimos meses.

Esta declaración tiene un gran significado para nuestra ciudad, puesto que al certamen tenían prevista su llegada los reyes de España y los más destacados estudiosos de nuestro idioma, incluyendo un diálogo trascendente en el que iba a participar nuestro nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa.

Es muy importante saber el porqué de la decisión tomada, que si bien señala que el siguiente congreso se realizará en Arequipa dentro de 3 años; nos deja con el incómodo conocimiento del mal prestigio que tiene el Perú por la forma en que se desarrolla la política en un país que no ofrece las condiciones de estabilidad y de seguridad.

Si a eso se suma el conflicto interno existente sobre nuestra situación económica, la inseguridad colectiva y la preocupación de empresarios con respecto a la compañía estatal Petroperú, muestra que hay razón en la decisión española de postergar para mejor fecha un certamen en el que todas las perspectivas debieran ser favorables para la realización del evento.

Esta es una confrontación de realidades que el país no puede descuidar más tiempo. Estamos lejos de estar en una buena situación para ofrecer una sede adecuada a la que lleguen las más importantes personalidades de la lengua española y de una interculturalidad que se reforma y que mejora, lo que no ocurre con nosotros y con las políticas que practica el gobierno.

Queremos recordar que fue Mario Vargas Llosa, quien propuso que Arequipa fuera sede de este Congreso y nos apena sobremanera la decisión adoptada sobre el particular.