En últimos 5 años 2,5 millones de peruanos cayeron en pobreza

SON 12 MILLONES QUE CONSUMEN MENOS ALIMENTOS DE LO NECESARIO

Cuatro de cada 10 peruanos ingieren menos alimentos de los que deberían para realizar sus actividades diarias, según la estimación del Instituto Peruano de Economía (IPE). ¿Por qué los peruanos siguen pasando por esta situación?

En nuestro país, más de 12 millones de peruanos ingirieron menos alimentos de lo que deberían, es decir, menos de las 2200 calorías que necesitan para realizar actividades como trabajar o estudiar, según el informe del Instituto Peruano de Economía, IPE, al 2023. 

De acuerdo con el análisis, desde el año 2019, 2 millones y medio de personas han caído en una situación de hambre. De esta cifra, cerca del 90 por ciento se concentra en áreas urbanas. Solo en Lima Metropolitana, la cantidad de personas con déficit calórico, es decir las que ingieren menos de 2200 calorías al día, ha aumentado en poco más de 1 millón en cinco años.

La pandemia, la recesión y el poco acceso a una canasta básica de alimentos, hacen difícil que los peruanos puedan comer lo suficiente. El economista del IPE, Alonso Macedo, comenta.

«Como el hambre se ha trasladado más a las zonas urbanas junto con la pobreza, entonces también se trata de atacar a través de formas que lleguen a esta pobreza urbana. El reto que enfrentan la mayoría de los programas sociales y las transferencias monetarias es el de focalizar: cómo hacer que finalmente lleguen los recursos a las personas que se necesitan”, dijo.

El informe del IPE también revela que el hambre en Lima Metropolitana en el 2023 fue significativamente mayor que en las principales ciudades del interior del país. Los precios aún elevados de la canasta básica dificultan que las mesas de los hogares tengan alimentos suficientes. Al respecto, opina la exministra Carolina Trivelli.

“El ingreso real de los limeños ha caído 17 por ciento, la plata no les alcanza, lo que ganan, lo que obtienen, lo que les dan como donaciones, como transferencias, más lo que ganan, no les alcanza para sostener su consumo alimentario», agregó.

Esta situación no solo pasa en la capital. En regiones como Puno, también ha disminuido la calidad de la alimentación en zonas urbanas, como cuenta Antonio Capacuti, alcalde del centro poblado de Santa Rosa en la provincia del Collao.

“Hoy las personas comen muy poco, solamente ya comen dos veces, desayuno, almuerzo. La cena ya no porque ya no alcanza el costo de vida, acá solamente toman su mate. Los niños también están un poco desnutridos».

¿Qué soluciones deberían tener en cuenta nuestras autoridades? Carlos Gallardo, gerente general del IPE, responde.

«El mejor mecanismo para enfrentar la pobreza urbana es el empleo y para eso necesitamos crecer más. En el interín sin duda tienes que hacer algo y en el mensaje presidencial la jefa de Estado anunció que le había encargado al Midis el diseño de un programa de transferencias para zonas urbanas, y yo creo que entretanto tienes un rol importante en comedores y ollas populares para ir resolviendo este problema».

Los especialistas coinciden en que recuperar el empleo formal en el país es la mejor política a largo plazo para que las familias tengan suficientes ingresos para comer. Esta solución implica voluntad política de este gobierno y los siguientes.

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