Por: Carlos Meneses

La experiencia mexicana de elegir por voto popular a fiscales y jueces, como se hará próximamente, ha despertado no solo polémica sino expectativa en la decisión mayoritaria de los electores mexicanos.

México será el primer país del mundo en tener fiscales y jueces elegidos por votación popular para administrar justicia y lo que ocurra con la experiencia inicial podría ser ampliada en otras naciones o desactivada hasta en el propio México.

La idea es creación del presidente Manuel López Obrador y fue respaldada no solo por la candidata presidencial electa sino por la mayoría de los sufragantes que en el proceso electoral escogieron a una dama para remplazar al actual jefe de Estado.

En todo caso, ningún otro país ha adoptado una posición semejante y no puede dejar de ser sorprendente que una nación latinoamericana opte por elegir magistrados para administrar justicia.

La fórmula que se utilice ha tenido partidarios y también adversarios, muchos creen que la labor de los juzgadores debe ser especializada, sobre todo en Derecho Penal y es la primera vez que en el mundo se elegirán fiscales y jueces en las instancias iniciales de lo que sean delitos.

El mandatario López Obrador anuncia que ahora se dictarán las pautas para convocar a elecciones de tales magistrados y muchos creen que habrá problemas iniciales de envergadura.

Esta es una experiencia singular única y cuyas consecuencias serán motivo de gran expectativa dentro de una política larga en que fiscales y jueces hicieron carrera pública para alcanzar los cargos que ostentaron y que ahora podrán ser remplazados por ciudadanos comunes y corrientes.