Ante el aumento de diagnósticos por insuficiencia renal, al menos 83 personas en Arequipa se encuentran en lista de espera para un trasplante de riñón. Desde la Asociación de Pacientes Renales Región Sur (Aprersur) informaron que es urgente aumentar el número de donantes, ya que solo una pequeña cantidad de quienes aceptan donar órganos tienen riñones aptos para un trasplante. Esta situación se debe, en gran medida, a los malos hábitos de salud.

Desde Aprersur explicaron que el número de pacientes con enfermedad renal aumenta cada día, lo que dificulta llevar un registro exacto de los afectados en Arequipa. Sin embargo, se estima que en el sur del país (Moquegua, Tacna, Puno, Cusco y Arequipa) hay alrededor de 2 mil pacientes que reciben tratamiento renal continuo. De ellos, al menos 83 radicados en Arequipa están en la lista de espera por un trasplante de riñón.

«Nos faltan más donantes de riñón. De cada 10 peruanos que aceptan donar órganos, solo uno puede hacerlo. No basta con ser donante en el DNI, es necesario mantener una buena salud para que los órganos sean viables para el trasplante. Sin hábitos saludables como una buena alimentación, ingesta de agua y ejercicio, no se podrá donar, por más que exista la voluntad», comentó la presidenta de Aprersur, Gaby Rosas Muñoz. 

Solo la capital de la provincia de Arequipa cuenta con centros de salud equipados con unidades de diálisis funcionales en EsSalud y SIS. Por ello, decenas de pacientes renales que esperan un trasplante viajan constantemente a la ciudad para someterse a diálisis en el hospital Honorio Delgado, en los centros de EsSalud o en clínicas privadas. Dado que la diálisis debe realizarse hasta tres veces por semana, muchos pacientes se ven obligados a viajar a diario para seguir con vida.

En clínicas privadas, una sesión de diálisis puede costar hasta S/400, lo gran mayoría no puede pagar el tratamiento en estos establecimientos. Además, los pacientes renales trasplantados deben medicarse de por vida con micofenolato y ciclosporina para poder llevar una vida funcional.