Más división y menos solución
Por Sergio Alva
Durante años, el Perú ha vivido una especie de división que no ha contribuido en absoluto al desarrollo del país ni de la sociedad en su conjunto. Este tema parte de una circunstancia, para mí, un tanto absurda; sin embargo, esto ha significado el factor crucial para que vivamos en una sociedad fragmentada que, al parecer, nunca va a llegar a un consenso y determinar las verdaderas soluciones que necesita el Perú.
En muchas ocasiones hemos visto una guerra incansable entre los demócratas y los socialistas; más aún porque este último grupo ha logrado distorsionar la historia del país y lograr adeptos mal informados e ideologizados con una política absurda y «regresista» en su totalidad. Es lamentable que un gran sector de la población joven se ponga a trinchera de un grupo ideológico que se ha basado en el resentimiento de no haber logrado un gobierno democrático en nuestro país. Y que ha demostrado a nivel mundial que la única forma que tiene para llegar al poder es o con una dictadura, o con un fraude electoral tal y como sucedió últimamente en Venezuela.
Regresando a nuestro contexto nacional, los zurdos socialistas y los caviares han significado un detonante para la democracia actual. Uno de los ejemplos más recientes para nuestra historia es el golpe que le dieron al presidente Manuel Merino de Lama, quien asumió el poder de manera constitucional, luego de derrocar al lagarto Martín Vizcarra, tras comprobarse que su gobierno estaba plagado de corrupción.
Y digo golpe precisamente porque el ala izquierdista y caviar de la política de aquel momento fomentó masivas movilizaciones ideologizadas, de manera errónea, provocando así la muerte de varios jóvenes, responsabilidad que le quieren atribuir a Merino, cuando los principales responsables de esto son los azuzadores de estas marchas. Y esos mismos personajes que estuvieron involucrados en un principio en el golpe que le dieron a Merino, ahora tratan de tomar distancia con el gobierno de Dina Boluarte, porque la presidenta presenta un bajísimo nivel de aprobación por parte de la ciudadanía y considera que no pertenece al gobierno de Perú Libre.
Actualmente es común ver a legisladores, en su mayoría izquierdistas, más precisamente de Perú Libre, tratando de lavarse las manos, cual Poncio Pilato, para no reconocer a Dina como su presidenta, cuando es muy evidente que este gobierno protege a su líder prófugo de la justicia, Vladimir Cerrón Rojas. Pero les quiero recordar algo: la mayoría de estos azuzadores de las movilizaciones contra Merino eligieron al golpista Pedro Castillo y a la plancha presidencial de Perú Libre, en la cual figuraba la ahora mandataria del Perú, Dina Ercilia Boluarte Zegarra.
Esta es la clara estrategia de la izquierda contradictoria y acomodada de acuerdo a sus intereses, sin pensar en lo beneficioso para un país que viene afrontando una crisis política hace muchos años, y hasta el momento no existe una verdadera solución. Las divisiones ideológicas que vienen fomentadas por la izquierda y los caviares ha demostrado el estancamiento de un país que lo único que necesita son soluciones. Y creando división y mal informando a la ciudadanía, no logran el correcto desarrollo del Perú.
Nuevamente somos nosotros, los mismos electores, quienes les damos el poder a personas y personajes que meses más adelante, sentados en el sillón presidencial o en alguna curul en el Congreso, demuestran la ineptitud en su brillante esplendor.