Ante la prolongada ausencia de un directorio en Petroperú, el sindicato de trabajadores de la empresa estatal anunció una paralización de actividades por 48 horas, lo cual se perfila como una medida inicial antes de una huelga general indefinida.

Esta decisión responde, según Luis Camino, coordinador general de la Coalición Nacional de Sindicatos de Petroperú, a la “ineficiencia del Gobierno” en la gestión de la entidad.

En tanto, el congresista Diego Bazán, de Renovación Popular, manifestó su descontento frente a la situación y cuestionó la entrega de fondos públicos para una empresa que, a su juicio, debe ser liquidada.

“Se le han entregado US$ 800 millones a Petroperú y en unos meses necesitará otros mil millones. La empresa es insostenible; los activos de Petroperú podrían atraer a inversionistas privados, pero no podemos seguir inyectando dinero público a una entidad quebrada”, enfatizó Bazán.

La controversia en torno a la gestión de Petroperú también reavivó la discusión sobre la idoneidad del ministro de Economía, José Arista Arbildo, cuya permanencia fue defendida por el Congreso en una reciente votación de censura.

A pesar de contar con cuestionamientos de congresistas como Kelly Portalatino, quien señaló la inacción del titular del MEF en la reducción de la pobreza y en la reactivación de proyectos de inversión, el pleno rechazó la moción por falta de votos el pasado 16 de octubre.

Diego Bazán expresó que, aunque la moción no alcanzó los votos requeridos, buscará más firmas para un nuevo intento de censura, enfatizando que es necesaria “la voluntad de tres congresistas más que quieran sumarse”.

Este escenario refleja un panorama de incertidumbre en la estatal Petroperú y en la gestión económica del país, mientras la paralización anunciada por el sindicato sigue en pie, sin que hasta ahora el Gobierno haya ofrecido una respuesta concreta a las demandas de los trabajadores.