Descontento con Petroperú
Por: Carlos Meneses
Se requiere un cambio que no puede esperar más tiempo, lo que se haga se tendrá que hacer por el bien de la República y no por el capricho del ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho y del titular de Economía y Finanzas, José Arista, quienes nombran a los nuevos directores.
El gobierno ha resuelto el problema del directorio de Petroperú designando al presidente institucional que anteriormente ya ocupó el cargo de gerente, provocando como respuesta que 2 de los directores recién nombrados dimitan a sus puestos.
La CONFIEP, que dirige el arequipeño Alfonso Bustamante Canny, también se ha pronunciado en sentido negativo, pues no resuelven los problemas de fondo de una institución que adeuda al Estado varios millones de soles. Ante la situación que se confronta se advierte que con los miembros existentes podría funcionar Petroperú con un quorum mínimo, pero insuficiente para las realizaciones que se esperan lograr y que aliviarán la situación económica del país, de la propia refinería de Talara y una reforma en el sistema de manejo, debiendo darse a la empresa estatal una capacidad de gestión propia del sector privado que es la demanda colectiva.
Lo que más reciente a la opinión pública es que una decisión sobre el particular está siendo esperada hace más de dos meses para finalmente designar a un nuevo presidente que no reúne condiciones satisfactorias para nadie.
La solución alcanzada en Petroperú es parcial e insuficiente y el reclamo general es que se dé un cambio real y válido que signifique superar la deuda que tiene con el Estado. Nada se ha dicho todavía sobre la reforma laboral de la empresa, el retiro de personal y del probable traslado a Talara para que pueda venderse el inmueble donde funciona la sede central en Lima.