Arequipeños siguen consumiendo carne de cerdo boliviana de contrabando
La presidenta del Comité de Porcicultura del SADA también da la buena noticia de que sí ha habido una reducción a comparación del año pasado.
Por Danna Felipe B.
Los porcicultores arequipeños afirman que no hay un método certero para diferenciar entre la carne de cerdo peruana y la boliviana de contrabando. Muchos se preguntarán por qué es necesario. Lo más peligroso del ingreso clandestino de la proteína del país vecino es que rompe con la inocuidad alimentaria, es decir, no existe la seguridad de que no sea dañina para tú salud. Lamentablemente, esta práctica continúa.
Verónica Román, presidenta del Comité de Porcicultura del SADA, afirmó que Perú es un mercado muy atractivo para la carne de cerdo boliviana. Aquí cuesta más. Sin embargo, mientras este grupo de facinerosos se llena los bolsillos al margen de la ley, los porcicultores peruanos son afectados.
En 2023, por ejemplo, tuvieron que bajar el precio por kilo sí o sí, porque la carne de cerdo de contrabando boliviana estaba casi a la mitad de la suya. Es más, un grupo de ellos dejó de criar. No tenía sentido competir.
“Lo más peligroso es que atenta contra la salud pública, porque si la carne de cerdo no viaja en ciertas condiciones, se rompe la inocuidad alimentaria. No hay manejo de temperaturas. La composición se altera. Entonces, todos se preguntarán: ¿cómo diferenciamos el producto nacional del extranjero? La verdad es que no sabemos. Es como si te pusieran enfrente un pollo peruano y uno boliviano. Identificar cuál es cuál es muy difícil”, aseveró Román Coyla.
MILITARIZACIÓN DE LAS FRONTERAS BOLIVIANAS
Sin embargo, la porcicultora puede percibir que actualmente, en el sur del país, el ingreso por contrabando de carne de cerdo boliviana se ha reducido en un 50% a comparación de 2023. En mayo de ese año, los porcicultores peruanos alertaron que cada semana entraban clandestinamente más de 2 mil cerdos a territorio nacional. Hoy el panorama es diferente, más aún luego de la militarización de las fronteras bolivianas. Este y otros productos comenzaron a escasear y elevar sus precios allá.
No desestimó el trabajo conjunto entre la PNP, Senasa, Sunat, GRA, el Ministerio Público y los tres niveles de gobierno. “Ha bajado en el caso de la carne de cerdo, pero en el del huevo seguiría igual”, dijo.
No está de más mencionar que Perú está libre de peste porcina clásica desde 2022, una batalla que costó años ganarla. La importación clandestina de carne de cerdo proveniente de cualquier país con la enfermedad podría reintroducirla en nuestro territorio. Así, una matanza de porcinos comenzaría.