La pena de muerte
Por: Carlos Meneses
Generalmente la pena de muerte se impone en naciones donde no hay democracia.
En Perú está ocurriendo lo que ya pasó en otras naciones del mundo cuando llegan malos aires, inmediatamente se comienza hablar de la pena de muerte. Eso es lo que está pasando ahora y particularmente por el decir constante de la presidenta Dina Boluarte. Hay quienes integrando el gabinete Adrianzén se han pronunciado favorablemente sobre la posibilidad de establecer la pena de muerte para quienes asesinen a niños, a raíz de la desgracia ocurrida con una menor de 12 años que fue violentada y asesinada.
Pero la pena de muerte no es tan fácil de establecer en un país que este momento no la tiene, sino para los casos de traición a la patria y de acciones terroristas como las que tenía Sendero Luminoso y el MRTA.
Es un trámite largo que no puede resolverse con un referéndum sino con una categórica evidencia de que es una solución al problema delincuencial de Perú, demora porque hay que acudir a instancias internacionales para levantar vetos existentes.
Defender la vida es la primera tarea por cumplir en todas las naciones del mundo y cada vez que se priva de esa condición a un ser humano se viola su derecho fundamental. Por eso la campaña iniciada por Dina Boluarte y un grupo de ministros incondicionales no pasará de ser una nueva experiencia negativa que la ciudadanía en mayoría sabrá rechazar.
La pena de muerte en el Perú no debe existir y si la hay deberemos tener todas las condiciones para justificar ante el mundo lo que queremos hacer.