IGP: 100 años realizando ciencia
Por: Hernando Tavera – Presidente Ejecutivo del IGP

Cuando hablamos de ciencias dedicadas al estudio de la Tierra o de todos los procesos que la involucran, quizás resulte no creíble que existe en el Perú una institución que lleva 100 años realizando esta labor gracias a la capacidad de sus investigadores, lo que la ha llevado a la fecha a ser una de las más importantes en el mundo.

Esa institución es el Instituto Geofísico del Perú (IGP). Sus inicios se remontan a 1922, cuando se realizaban las primeras medidas del campo magnético de la Tierra desde el Observatorio Geomagnético de Huancayo en el distrito de Huayao, bajo la administración de la Carnegie Institution of Washington (EE. UU.). Posteriormente, en 1946, este observatorio fue entregado al Estado peruano con el nombre Observatorio Geofísico de Huancayo, bajo la responsabilidad del Ing. Alberto Giesecke. En estos años se sigue impulsando el monitoreo del campo magnético, sumándose a ello los estudios sobre la radiación solar, la meteorología y el monitoreo sísmico.

En 1962 adquiere el nombre de Instituto Geofísico del Perú, y su administración se traslada a la ciudad de Lima. Desde allí ya se hacen cargo de la institución el Ing. Mateo Casaverde y los doctores José Pomalaza, Manuel Chang y Ronald Woodman. Uno de los mayores aportes del Ing. Giesecke fue obtener 15 becas para que jóvenes profesionales del Perú realicen sus estudios de doctorado fuera del país y, de este modo, fortalecer la investigación geofísica en el país. Desde entonces, el compromiso de realizar investigación y formar nuevos profesionales ha sido una constante en la institución para lograr la continuidad de profesionales altamente calificados.

Del mismo modo, nuevos campos de investigación se sumaron a la institución como la geodesia, fenómeno El Niño, cambio climático, geofísica aplicada, vulcanología, manglares, sedimentación, física atmosférica, ionósfera, astronomía, clima espacial, entre otros. Es importante mencionar que en la década de los años 60 se crea el Observatorio de Ancón con radares para el rastreo satelital, siendo parte de la red de radares que apoyaron a que el hombre ponga un pie en la Luna. Asimismo, la instalación y operación del radar ionosférico más grande del mundo para la observación de la ionósfera en nuestro Radio Observatorio de Jicamarca.

La experiencia nos ha permitido construir nuestros propios instrumentos para lograr hoy en día poner en operación el primer radar meteorológico hecho por peruanos. En los últimos 20 años, el Estado nos ha apoyado en el fortalecimiento de la Red Sísmica Nacional, sumándose una red geofísica para el monitoreo y pronóstico de erupciones volcánicas. A esto se suma el reciente proyecto del Sistema de Alerta Temprana de Sismos (SASPe).

Nuestras investigaciones siguen contribuyendo a la gestión del riesgo de desastres y lo hacemos siempre desarrollando bajo nuestro lema “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.

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