Por: Martín Taype – El Montonero

Como sabemos, las expectativas son una variable que influye en otros indicadores de la economía, como la inflación, el tipo de cambio, el comportamiento de los consumidores y de los inversionistas, entre otros. Los citados indicadores también se ven afectados debido a factores internos, la influencia negativa de factores económicos y geopolíticos externos, o un evento inesperado que afecte la economía. En base a lo expuesto veamos las expectativas empresariales en el Perú en el mes de mayo del 2022.

Según la última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), publicadas en las Notas de Estudio N° 39 del 6 de junio del presente año, los indicadores de expectativas en el mes de mayo del 2022 con respecto a abril del 2022 se mantienen inestables o en terreno pesimista (índice menor a 50). El índice de la economía a 3 meses pasó de 34.9 a 36.1 puntos, el índice sobre la economía a 12 meses pasó de 40.3 a 42.3 puntos, el índice del sector a 3 meses pasó de 43.5 a 46.2 puntos, el índice del sector a 12 meses pasó de 48.9 a 51.8 puntos, el índice de la situación de su empresa a 3 meses pasó de 47.9 a 48.3 puntos, el índice de la situación de su empresa a 12 meses pasó de 52.8 a 55.6 puntos, el índice de la demanda de sus productos a 3 meses pasó de 50.4 a 52.3 puntos, el índice de la demanda de sus productos a 12 meses pasó de 55.9 a 59.8 puntos, el índice de contratación de personal a 3 meses pasó de 48.4 a 47.9 puntos, el índice de contratación de personal a 12 meses pasó de 50.2 a 51.7 puntos, el índice de inversión de su empresa a 3 meses pasó de 45.0 a 46.6 puntos, y el índice de inversión de su empresa a 12 meses pasó de 50.6 a 54.0 puntos.

Los resultados de la citada encuesta, básicamente se debieron a dos factores: la incierta evolución de la pandemia del covid-19 y el contexto interno: el ruido político, los conflictos sociales, las denuncias de corrupción difundidas por los medios de prensa, el alto nivel de inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas.

Estos factores se suman a un difícil contexto económico y geopolítico externo donde los precios internacionales de los cereales, petróleo, gas, fertilizantes, azúcar, entre otros, han impulsado el alza los precios de los productos de primera necesidad, como resultado de las tensiones militares entre Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, frente a Rusia, China, Irán, Corea del Norte y sus aliados, que son los principales productores mundiales de estos productos

La inestabilidad de las expectativas empresariales puede influir de manera nefasta en varios indicadores de nuestra economía, como ya se percibe con la inflación y en el comportamiento de los inversionistas, tanto locales como extranjeros, en lo que resta del año en curso. El riesgo de un conflicto global y un impacto fuerte de la cuarta ola del Covid-19 en nuestro país no está descartado, así como otras enfermedades que están en expansión en el mundo, como la viruela del mono –que ya llegó al Perú– o la hepatitis aguda infantil.

En tal sentido, el Gobierno no tiene otra opción que mejorar las expectativas empresariales combatiendo eficiente, eficazmente y con transparencia los mencionados problemas internos que golpean a nuestro país. Y debe hacerlo respetando el marco constitucional vigente y de manera proactiva, tanto en el corto, mediano y largo plazo, tomando las acciones preventivas y correctivas que sean necesarias.