OCDE y la cooperación internacional
Por: César Jordán Palomino – Cónsul general del Perú en Turín
El Perú empieza el proceso de adhesión a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con la Hoja de ruta adoptada el 10 de junio. Ello confirma que nuestro país está visto en capacidad de alcanzar las políticas públicas de bienestar propugnadas por la OCDE.
Además de la satisfacción por este reconocimiento, fruto del esfuerzo nacional durante varios años, se debe entender que esta nueva etapa significa, en efecto, alcanzar y mantener estas políticas, convirtiéndonos finalmente en miembros. La membresía de la OCDE, a su vez, permitirá beneficiarnos de sus buenas prácticas y programas de ayuda.
También comportará la obligación de mantener estos estándares, siempre en favor de nuestras poblaciones, pero también de compartirlos mediante un importante componente de nuestra política exterior: la cooperación internacional.
Además del elemento de soft power prestigio y capacidad de influencia internacional, esta cooperación no implica grandes costos para el país porque básicamente consiste en el viaje por breve término de expertos peruanos a brindar capacitación en otros países, así como de técnicos extranjeros para recibirla en el Perú. Asimismo, tiene un efecto de equidad, en que la ayuda a otro país le permite “equilibrarse” y así favorecer los procesos de integración. Igualmente, el Perú se refuerza como socio de países cooperantes tradicionales y emergentes. Finalmente, la cooperación que brinda el Perú se convierte en un vehículo de inserción económica internacional de productos, tecnologías y mano de obra.
La visión de la Cancillería, por intermedio de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y del Congreso de la República, hizo posible dotar de las herramientas para nuestro nuevo posicionamiento internacional. Gracias a ello, desde el 2018 el Perú solventa su cooperación con Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala (individual y juntamente con Chile), Panamá, Paraguay, República Dominicana y Santa Lucía.
Un elenco notable de técnicos de diferentes ministerios, instituciones autónomas y entidades especializadas se han estado desplazando o recibiendo a sus colegas extranjeros para proporcionar sus conocimientos y buenas prácticas, no solo poniendo a prueba sus experiencias en diferentes realidades, sino también generando una positiva retroalimentación institucional, valorizando y tomando conciencia de sus esfuerzos no solo en la construcción de un mejor país, sino también con un impacto global.
Precisamente como se espera de un país de la OCDE.