Un garrafal error de Carlos Cáceda en el último minuto le costó el partido ante Los Chankas como visitantes. Así se le escapó la victoria que cuidaba desde el minuto 25 con gol de Facundo Castro. El campeonato se aleja cada vez más.

Se jugaba el último minuto del partido. El triunfo estaba casi en el bolsillo. Sin embargo los resultados se cierran solo hasta que el árbitro toque el silbado y señale el final. Un remate de larga distancia, sencillo de controlar para un portero con experiencia, rebotó en el cuerpo de Carlos Cáceda y fue a dar a los pies de Isaac Camargo que sin piedad remató fuerte y anotó el empate, se jugaba el minuto 96.

Así se perdieron dos puntos que se ganaban a base de esfuerzo y con el control del trámite del partido. Los ocho mil hinchas que llegaron al estadio Municipal de Andahuaylas festejaron el resultado como si fuera un triunfo. El colero del campeonato le puso el pare a uno de los punteros, al equipo que ya no es favorito para el título, el campeonato se les escapa por errores propios.

Recién se jugaba el minuto 7 del compromiso cuando Alexis Arias fue salvado por el VAR tras una fuerte jugada sobre Pablo Bueno quien mostraba las huellas del zapato en el pecho para impresionar al árbitro. Solo hubo amonestación con amarilla. Por si fuera poco, a los 16’, González se hizo sacar tontamente la tarjeta amarilla. Luego Ramos también fue amonestado y jugó condicionado.

La misión de armar juego recayó sobre Tomás Martínez quien se juntó bastante, por el sector derecho, con Bordacahar que llevó la cinta de capitán. Castro estaba metido en el área buscando otro gol en su cuenta.

Hubo resultados positivos. Quedó demostrado que el argentino es un delantero de área, solo debe estar ahí y esperar el balón. Ayer hizo otro gol de cabeza para la ventaja de 1-0 a los 25 minutos. La dedicatoria, de rodillas y con las manos señalando al cielo, fue para su abuelo paterno que falleció la semana pasada.

Melgar se sintió superior en el campo y por lo tanto dominó las acciones. Gran esfuerzo de Arias y Tandazo para quitar la pelota y correr incansables al costado de los rivales. Lazo como central siempre seguro a pesar de que la compañía de González no daba garantías. Ingresaron Cabrera y Guzman llevando peligro al arco local, pero faltó definición. No se pudo sentenciar el resultado a pesar de ser superiores.

El trámite del compromiso se volvió emotivo porque desde las tribunas no cesó el apoyo. Hubo recompensa justo cuando el árbitro Bruno Pérez se llevaba el silbato a la boca.

«Trágame tierra», parecía decir Carlos Cáceda luego de su grosero error. Las cámaras sobre él daban cuenta de que se sentía derrotado por su propio accionar. No había explicación.

Hoy lloverán críticas sobre él. El mortificado hincha melgariano no le dará tregua porque el resultado entristece a los arequipeños y alegra a los seguidores de los equipos limeños y del Deportivo Garcilaso. Parecía que el título estaba en las manos, pero hoy se ve lejano.