Conocer la historia para mirar al futuro
Por: Hildebrando Castro Pozo Chávez – Director ejecutivo del Proyecto Especial Bicentenario
Las conmemoraciones son importantes como parte del proceso humano de recordar hechos que marcan hitos centrales en la historia de los países y sus instituciones. Recordar cada año la proclamación de la independencia en Lima, el 28 de julio, nos permite tener presente que hubo una época en la que nuestros antepasados optaron por culminar el dominio de la Corona española y obtener la autonomía para decidir sobre nuestro destino como país.
La conmemoración también nos permite valorar permanentemente algunos símbolos, como la tradición de colocar la bandera en nuestras casas en julio y realizar distintas actividades propias de la peruanidad. En el Ministerio de Cultura, por ejemplo, llevamos a cabo el Ruraq Maki, dando vitrina al arte y la artesanía de distintas regiones del país y mostrando nuestra riqueza multicultural.
Nuestra historia no estuvo exenta de dificultades, incluso desde nuestra misma concepción como país. Nuestra independencia no se logró con la declaración en Lima en julio de 1821, sino que implicó la lucha de muchos héroes y heroínas en distintas ciudades aun después de esa fecha. Mucho de lo que somos actualmente como país implicó procesos complejos o críticos como la esclavitud luego de la independencia, hasta la abolición por Castilla en 1854. También fue significativo en nuestra historia republicana el efecto de la guerra con Chile, el largo período de exclusión de ciudadanía (de mujeres, analfabetos, de partidos políticos) y el período de violencia terrorista. En tal medida, es claro que para entender al país y actuar con prospectiva para encaminarnos al futuro es útil ver la historia completa como si fuera una película y no solo tener presentes hitos históricos como si fueran momentos de fotografía.
Para dar espacio a esta reflexión, el Proyecto Especial Bicentenario de la Independencia del Perú (PEB) está encaminado con distintas publicaciones de la Biblioteca Bicentenario de libre acceso. En cuanto a actividades, la Cátedra Bicentenario constituye un espacio de reflexión que se ha creado para que reconocidos académicos y especialistas de diferentes universidades del Perú y del extranjero analicen algunos de los hitos de nuestra historia republicana para que, a partir del vínculo entre la historia y el presente, se analicen las distintas problemáticas de nuestra sociedad. Hace unos días tuvimos la primera Cátedra Bicentenario presencial para abordar la participación popular en nuestra independencia, donde participaron de prestigiosos historiadores como Natalia Sobrevilla y Charles Walker. Es importante resaltar que este tipo de actividades académicas, que son abiertas a todo el público, se nutren de documentos que representan parte del legado que el PEB está encaminado a dejar y que invitamos a visitar en https://repositorio.bicentenario.gob.pe .
Y es que nuestro Repositorio Bicentenario tiene documentos muy valiosos que sirven de insumos para la reflexión. Por ejemplo, contamos con la publicación del primer ejemplar de El Cometa, que fue un periódico que apareció entre agosto y septiembre de 1822, en las semanas previas a la instalación del primer Congreso Constituyente del Perú. El Cometa fue un importante espacio de difusión de ideas republicanas que hoy podemos dejar por sentadas, pero que en ese entonces eran piedras angulares del debate de lo que sería nuestro país, concluyendo conceptos como “El Perú, atendiendo a su ilustración, debe ser un Estado republicano”.
También tenemos el diario de debates de la primera Constitución de nuestra República, la Constitución de 1823, en cuyas páginas encontramos iniciativas de lo que hoy consideramos Estado de derecho, en este caso de José Faustino Sánchez Carrión: “Que no se publiquen en la gazeta oficial los nombres de los procesados, sino después del ultimo fallo: aboliéndose la practica que hasta aquí se ha seguido en este particular” (sic).
El mes patrio es una oportunidad para invitar a todas las instituciones públicas y privadas, así como a la comunidad a conocer y utilizar el Repositorio Bicentenario y, de ser el caso, aportar con los documentos que puedan haber encontrado respecto a nuestra historia. Este llamado no solo es una invocación, sino también un pedido patriota para que conozcamos más de nuestra compleja vida republicana y construyamos espacios de diálogo y reflexión que faciliten los retos que por tanto tiempo hemos heredado y que juntos, como peruanos, podremos superarlos en democracia.