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En 2024, según la Encuesta Nacional de Hogares, la pobreza monetaria alcanzó al 27.6 % de la población a nivel nacional. Esta medición de la pobreza se basa en medir si el hogar tuvo ingresos mayores a la canasta básica estimada por el INEI, de 454 soles mensuales por persona. Sin embargo, parte de estos ingresos en millones de hogares del país tienen como componente a las transferencias públicas que se les fueron concedidas mediante programas sociales, tales como Juntos, Pensión 65 y Contigo. En este sentido, si solo consideramos los ingresos generados por el hogar sin la ayuda gubernamental, la pobreza a nivel nacional alcanzaría el 31.2 %, es decir, 1.2 millones de personas más serían pobres. 

Este impacto es más notorio en las zonas rurales, donde la pobreza aumentaría de 39.3 % a 46.2 % sin las transferencias públicas, mientras que, en el área urbana, pasaría de 24.8 % a 27.6 %. A nivel departamental, Cajamarca, Loreto y Huánuco presentan los niveles más altos de pobreza cuando se mide únicamente con el ingreso autónomo: 51 %, 47.8 % y 45.1 %, respectivamente. Al considerar las transferencias públicas, la pobreza total en estas regiones es menor en 6, 4.8 y 5 puntos porcentuales. En el caso de Arequipa, la pobreza aumentaría de 15.8 % a 17.5 % sin estos programas. Asimismo, Apurímac, Amazonas y Tumbes destacan como las regiones donde los programas sociales tienen mayor incidencia en la reducción de pobreza, con impactos de 9.6, 6.8 y 6.7 puntos porcentuales, respectivamente.  

Además de ello, estos programas también generan un impacto a mediano y largo plazo en el desarrollo de capital humano. Un ejemplo de ello es Juntos, que condiciona la entrega de ayuda monetaria al cumplimiento de controles de salud materno-infantil y a la asistencia escolar continua. Esta intervención contribuye al desarrollo de habilidades de concentración en los menores, facilita la culminación de la educación básica y sienta las bases para acceder a estudios superiores. De hecho, en este 2025, más de 4 000 usuarios de Juntos han obtenido Beca 18. 

Por consiguiente, es importante destacar que, si bien el objetivo de estos programas sociales es paliar con la situación de necesidad que atraviesan los hogares más vulnerables del país, superar la pobreza requiere, a su vez, la generación de empleo que garantice ingresos estables y de calidad, así como de reducir desigualdades estructurales. Es así como, sin autoridades competentes y acciones orientadas al bienestar de todos los peruanos y peruanas, hacer frente a la pobreza es una tarea más compleja y difícil de revertir.