Por Carlos Meneses

Toda intervención en los medios de comunicación privados no conviene en un país democrático.

El Ministerio de Defensa se propone exigir a los medios privados de radio y televisión la difusión del himno nacional a las 8 y 18 horas. La propuesta podría extenderse a cuatro veces al día y de acuerdo al modelo que sean debidamente autorizados.

Los medios privados se oponen a la idea, pero todavía no se ha ordenado la ejecución de la propuesta, la Defensoría de Pueblo se ha mostrado opuesta, así como la Asociación Nacional de Radio y Televisión privados quienes creen que toda intervención estatal en la programación es inconveniente.

Originalmente se había previsto la difusión de noticias oficiales en los que se ponga los puntos de vista del gobierno sobre asuntos de interés colectivo ante la oposición producida, el Ejecutivo anuló la medida que ahora es remplazada por la de la difusión obligatoria del himno nacional.

Aún no se ha publicado el decreto que ordena se efectúe tal medida ante la oposición manifiesta de parte de los ministros y también del sector privado.

En el canal de Estado es obligatoria esta difusión, pero es por decisión de los funcionarios del organismo y no por una disposición legal vigente. Lo que se quiere ahora es comprender a todos en esta transmisión cuyas versiones deben ser previamente aprobadas por el Gobierno.

Lo más conveniente es que el Estado no intervenga en los medios, pues de todas maneras una obligación semejante puede traer problemas y discusiones que terminen por lesionar los propósitos patrióticos que el gobierno dice defender con el deber de difundir el himno nacional 2 o 4 veces al día.