Crisis del HDE: camas insuficientes y pacientes en espera constante
Hospital Honorio Delgado opera al límite de su capacidad.
La crisis estructural del Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza (HRHDE) vuelve a quedar en evidencia. A pesar de los esfuerzos recientes por mejorar la atención de emergencias y la capacidad de hospitalización, la limitada disponibilidad de camas y camillas revela una realidad crítica que amenaza con desbordar al principal centro de salud de Arequipa.
Según información de la Gerencia Regional de Salud, se reportaron algunos avances en el flujo hospitalario durante el último día: se otorgaron 16 altas médicas, lo que permitió el ingreso de 15 nuevos pacientes en el área de Medicina. Sin embargo, este tipo de mejoras temporales no resuelven el problema de fondo: la infraestructura hospitalaria y los recursos humanos no son suficientes para atender la creciente demanda.
El panorama actual del nosocomio muestra que la disponibilidad es mínima:
En el área de Trauma Shock, solo hay 2 camas libres; en el pasillo de Medicina, se habilitaron 3 camillas, recurso que debería ser de uso temporal, no permanente; en Cirugía mantiene a 2 pacientes en espera de resultados, ocupando espacio crítico; en Emergencia Adultos – Observación, hay solo 3 camas disponibles; en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y la Unidad de Vigilancia Intermedia (UVI) cuentan con apenas una cama libre cada una; en Hospitalización Mujeres, actualmente no hay camas disponibles.
Estas cifras, aunque reflejan un trabajo de optimización en la atención inmediata, confirman que el hospital opera al límite. Cada alta médica representa la liberación de una cama que será ocupada casi de inmediato por otro paciente que espera en condiciones muchas veces inadecuadas, como pasillos o sillas.
El traslado inminente de cuatro pacientes desde Aplao –dos adultos y dos menores con politraumatismos y traumatismo encéfalo craneano moderado– agrava la situación. Estos casos requieren atención especializada urgente en Trauma Shock, lo que presiona aún más una infraestructura que ya se encuentra saturada.
A pesar de las coordinaciones y del seguimiento constante por parte del Gerente Regional de Salud, Arequipa necesita respuestas de fondo: una reestructuración y ampliación del Honorio Delgado, inversión en personal médico y de enfermería, así como la descentralización real de la atención hospitalaria para evitar que este establecimiento cargue con todo el peso del sistema regional.
Los pasillos convertidos en áreas de hospitalización improvisada son evidencia de una crisis no resuelta. La población merece algo más que parches: necesita un sistema de salud robusto, moderno y con capacidad real de respuesta.
