Por Germán Yuca Ch. Fotos: Jorge Esquivel

En lo que va del 2025, la Gerencia Regional de Salud (Geresa) no ha adquirido ningún equipo médico nuevo para el Hospital III Goyeneche. Pese a que está por iniciar un proyecto de reconstrucción que limitará la compra de equipos, solo se han priorizado labores de mantenimiento. Todavía no se define una fecha para la adquisición de nuevos dispositivos. Desde el Cuerpo Médico del hospital cuestionaron la inacción de las autoridades del sector.

LOS ANTIGUOS EXCEDIERON SU VIDA ÚTIL

«La preocupación por el sector salud es nula. Nos hemos cansado de pedir atención para el hospital Goyeneche, porque somos ignorados. No pedimos equipamiento para los médicos, sino para garantizar atención a los pacientes. Nosotros seguiremos brindando nuestro conocimiento y esfuerzo, pese a la indiferencia del Gobierno Regional de Arequipa», declaró Percy Manrique García, presidente del Cuerpo Médico.

Frente al retraso en la compra de una torre laparoscópica, los propios médicos gestionaron fibra óptica, una cámara y un insuflador para habilitar un equipo funcional.

«Tenemos la responsabilidad de brindar una atención segura y de calidad. Conseguimos el equipo necesario para operar, pero la Geresa, el Gore Arequipa y la dirección no lo ven porque no están al frente de los procesos críticos. Por eso su desinterés», agregó Manrique García.

Tras el anuncio del proyecto de construcción del nuevo hospital, al menos 14 fichas IOARR valorizadas en más de S/ 40 millones quedaron bloqueadas y en riesgo de ser suspendidas. A finales de mayo, luego de que se visibilizara esta problemática, el Gore Arequipa prometió destinar solo S/ 14 millones para adquirir equipos de rayos X, un resonador magnético, un acelerador lineal, torres laparoscópicas, incubadoras, ventiladores y para el mantenimiento de la casa de fuerza. Sin embargo, a más de dos meses del anuncio, aún no hay fecha confirmada para la entrega de estos equipos.

Antes de su destitución, la exdirectora del hospital, Paula Suclla Loayza, informó que el nosocomio atraviesa una situación crítica debido a que la mayoría de equipos excedieron ampliamente su tiempo de vida útil, por lo que corren el riesgo de descomponerse de improviso, lo que a su vez limitaría la capacidad de atención en el nosocomio. «Nos preocupa que, en cualquier momento, uno de los equipos colapse. Muchos ya superaron los 30 años de uso y están fuera de su vida útil», advirtió Suclla.

La reposición del resonador magnético, pese a estar priorizada, también enfrenta obstáculos. El área prevista para su instalación se ubica cerca de la futura construcción del nuevo hospital, por lo que se necesita reubicarlo antes de iniciar la compra. De lo contrario, el equipo no podrá utilizarse.

Otros servicios también han quedado relegados. El área de imagenología solicitó nuevos equipos de rayos X, sin respuesta. Además, el mamógrafo necesita mantenimiento preventivo y correctivo, pero no hay fecha programada para ello.

Este año, se han realizado algunos trabajos puntuales. Uno de los calderos hospitalarios entrará en mantenimiento en las próximas semanas, mientras que el tomógrafo recibió atención técnica en julio y ya se encuentra operativo. Sin embargo, dichos procesos son insuficientes.