Engaño y mentira en el cambio de gabinete
Por: Carlos Meneses
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“Los peruanos necesitamos de paz y de entendimiento que no signifiquen el predominio de las ideas de unos sobre otros peruanos sino un diálogo franco y constructivo”.
La ciudadanía peruana había esperado, a raíz de la puesta a disposición del cargo del presidente del Consejo de Ministros ante el mandatario, que se cumpliera la promesa de renovar en equipo ministerial con un Consejo de Ministros de ancha base y fue ese el reiterado decir de funcionarios estatales que finalmente no se cumplió.
Incluso el señor Aníbal Torres urgió a la presidenta del Consejo Directivo del Poder Legislativo, Lady Camones, que aceptara reunirse con él para trazar los lineamientos y compromisos que deberá haber, en algún momento, para buscar un consenso con el Ejecutivo y la mayoría opositora del parlamento.
La señora Camones desistió de hacerlo por problemas propios del poder estatal que preside y ahora se ha vuelto una exigencia del propio jefe de Estado con la advertencia de que será la última vez que extienda la mano para un trabajo conjunto. Lo que en otras palabras representa una amenaza para la democracia peruana.
La verdad es que han resultado hasta ahora no ciertas las exigencias colectivas de un entendimiento frente a una crisis que resulta evidente en el sector económico, sanitario, financiero y de estabilidad política entre el gobierno y la oposición.
Que hay malestar de las mayorías nacionales sobre esta situación, es evidente y que la búsqueda de una solución es absolutamente necesaria para garantizar la permanencia de la actual administración y evitar que el problema se defina, como parecen querer algunos grupos, en las calles. Lo que significaría enfrentamientos entre grupos ciudadanos numerosos que podrían determinar que la crisis acabe con un atentado contra la democracia que perjudicaría al Perú no solo en los campos que ya conocemos sino en una repulsa internacional que la agravaría.