Por Jorge Turpo R.

Empresa que cobró 72 mil soles por 120 plantones realizó la reposición de las palmeras, pero nada garantiza que esta vez sí vayan a desarrollarse.

CONTRALORÍA EMITIRÁ INFORME

La imagen fue tan elocuente como escandalosa: un camión municipal, cargado de palmeras secas, recorría la avenida Colonizadores de Majes ante la mirada incrédula de los vecinos. Las plantas, que fueron adquiridas por la Municipalidad Distrital de Majes – El Pedregal a más de 600 soles cada una, no sobrevivieron ni dos meses desde que fueron sembradas. Murieron sin gloria, pero con muchas sospechas.

Al menos 40 palmeras cocoteras fueron retiradas recientemente por personal vinculado a la empresa Agroexport C&V EIRL, encargada del suministro y siembra. En paralelo, se instalaban nuevos ejemplares visiblemente más pequeños que los contratados, como si la historia se repitiera, pero esta vez en miniatura.

Para el regidor Elmer Taparaco, uno de los principales críticos de esta adquisición, no hay duda de que el proyecto estuvo viciado desde el inicio.

“Cada palmera costó S/ 608. Más de 40 murieron. La empresa tuvo que reponerlas como parte de la garantía, pero eso no resuelve el problema de fondo: la presunta sobrevaloración y la falta de criterio técnico en el manejo de fondos públicos”, denunció.

La gestión del alcalde Jenry Huisa adquirió 120 palmeras por un monto de S/ 72 960. Según el contrato, debían embellecer la avenida Colonizadores como parte de un plan de mejoramiento urbano.

Sin embargo, en viveros locales el precio de una palmera similar no supera los S/ 150. Incluso, algunos comerciantes del sector reportan precios que oscilan entre S/ 80 y S/ 120.

“Yo mismo he constatado los precios en viveros de Majes y zonas cercanas. Nadie cobra S/ 600 por estas plantas”, sostuvo Taparaco.

A su juicio, la diferencia de precios sólo puede explicarse por un intento de sobrevalorar el contrato. La Contraloría General de la República ya intervino y pronto se conocerá su informe.

A ello se suma otro elemento preocupante: Majes cuenta con un vivero municipal operativo, lo que haría innecesaria la compra externa.

“No solo pagamos de más, sino que desperdiciamos recursos que ya teníamos a disposición”, añadió el regidor.

Las observaciones no se limitan al costo. Durante el retiro de las palmeras secas, varios trabajadores señalaron que la mayoría murió por riego deficiente, daños en las raíces durante el transporte y una siembra inadecuada.

Todo esto a pesar de que el contrato incluye instalación, monitoreo, mantenimiento y una garantía de un año.

Pero lo que ha encendido aún más las alarmas es que la empresa contratada habría usado un camión de la misma municipalidad para ejecutar parte del servicio al inicio del proyecto.

“¿Cómo puede ser posible que el contratista cobre por un trabajo y use vehículos del Estado para hacerlo? Eso ya es otro nivel de irregularidad”, cuestionó Taparaco en su momento.

Frente al escándalo, la gestión del alcalde Huisa, reconoció la adquisición de los 120 plantones a S/ 608 cada uno y argumentó que el precio incluye no solo el suministro, sino también el proceso completo de instalación y mantenimiento por un año adicional.

Intentó justificar el costo alegando que la palmera cocotera no es una especie nativa de la zona —ubicada a más de 1 600 m s.n.m.—, por lo que se requiere una preparación especial del terreno y técnicas de adaptación al clima. Sin embargo, para Taparaco, esa explicación no resiste análisis.

“Decidieron sembrar una especie exótica, que no pertenece a este ecosistema, sabiendo que requiere cuidados especiales. Luego justifican el fracaso por las mismas razones que debieron prever. Es una burla a la inteligencia de los ciudadanos”, afirmó el regidor.

Además, advirtió un posible riesgo eléctrico. “Han sembrado palmeras en una avenida con cables de alta tensión. Eso también revela una falta total de planificación técnica”, agregó.

Vecinos y dirigentes vecinales ven en este caso un reflejo de los problemas que afectan a muchas gestiones locales: improvisación, falta de transparencia y decisiones cuestionables sobre el uso del dinero público.

“En Majes seguimos con problemas urgentes: agua potable, salud, inseguridad. ¿Y deciden gastar 600 soles por cada palmera?”, se pregunta Taparaco.

Por ahora, las sombras que proyectan las palmeras secas pesan más que cualquier promesa de mejoramiento urbano.