Cuesta y su relación con Arequipa ¿Qué le gusta y desagrada de la ciudad del Misti?

El ídolo del FBC Melgar también levanta la copa del brindis por los 485 años de fundación de Arequipa. El autor del gol para el campeonato del 2015 desnuda sus momentos en la ciudad de Arequipa a la que quiere y respeta.

Bernardo Cuesta es un arequipeño más. Lleva en la sangre la raza de campeón. El coraje de un “Characato”. El temperamento de un toro de pelea. La piel y la pinta blanca como el sillar. Cada uno de sus goles una delicia como el adobo. Picante como el rocoto relleno.

El capitán, su esposa y sus hijos tienen varios años viviendo bajo el Misti. Hoy hablan con el dejo arequipeño que está desplazando al argentino. Cuando pueden almuerzan en una picantería. La reunión de los cinco es especial cuando están por el valle de Chilina, lejos de las cámaras. Sin el asedio de los hinchas. Sacudidos de la presión de un partido de fútbol. Solo con el ansia de un abrazo en familia. El abrazo de gol se hace esperar.

El autor del gol para el campeonato nacional logrado por el FBC Melgar en el 2015 respondió algunas interrogantes que dibujaron una hermosa crónica en el libro “Entonemos”, “Diez años del último título del FBC Melgar”. Ese tanto del 3-2 sobre Sporting Cristal, el 16 de diciembre, le cambió la vida. Lo identificó más con la ciudad y con el club que le dio la oportunidad en el 2012.

Hoy, en el 485 Aniversario de Arequipa reproducimos solo una parte de la conversación con el ídolo que volvió a nacer lejos de Álvarez y que hoy levanta la copa y brinda como un arequipeño más.

¿Cómo calificas tu relación con Arequipa?

Muy especial, me siento parte de ella. Mi familia, mis hijos se han criado aquí desde la más grande hasta el más chico. Su infancia la están teniendo acá, la verdad es que me encanta todo menos el tráfico. Ahora se hace pesado ir hasta nuestro sitio de entrenamiento, pero lo bueno es que es un lugar propio, es un crecimiento muy grande del club. Así que principalmente a los más chicos los va a hacer crecer mucho más rápido de lo que pasó con nosotros. Pero hay un respeto de los horarios de todos, hay horarios de trabajo que son accesibles.

¿Tienes un lugar favorito en Arequipa?

Mollebaya. El lugar donde entrenamos me gusta mucho. Lo que me gusta es pasear con los chicos, con la familia. Ir al parque, al club a veces. Voy por todo lado, me gustan más los lugares aislados como el valle de Chilina. Aire fresco, tranquilidad.

¿Los viejos arequipeños dicen que la ciudad tiene una energía volcánica, tú qué opinas, hay una energía especial en la ciudad?

Que sí. Porque la gente lo hace vivir así o lo hace sentir así, el arequipeño lo vive de esa manera y lo transmite de esa manera. Como decía Rocoto (Ricardo Medina preparador de arqueros), saluden al Misti, Todos los días nos hacía saludar al Misti, es una manera como los arequipeños te lo hacen sentir, te hacen ver lo que es esta ciudad, te generan identidad. Después con el tiempo te vas sintiendo más arequipeño o amar los colores, hoy es muy fácil besar el escudo, no es que suceda de la noche a la mañana. Todo lleva su tiempo ese amor lo tienes que ir construyendo, esa pasión por estar acá se va dando con el tiempo. Pero, desde el primer momento que llegué, el trato que he recibido, el cariño, eso hace que sea también especial.

¿Qué es lo que no te gusta de Arequipa?

El tráfico, los rompemuelles, los colectivos. No me acuerdo haber subido a uno, es bravo, complicado, mis respetos a toda esa gente que viaja en colectivos que se ven repletos. Mis viejos si se suben a los colectivos, ellos son así, les gusta experimentar con esas cosas. Me gustaría que la ciudad tenga más áreas verdes, me gustaría que haya más espacio para la gente, para familia, para que se haga deporte. La verdad es que se ha urbanizado de tal manera que no queda espacio se ve muy cemento todo. No hubo una planificación para la expansión de la ciudad, fue creciendo todo como te venía en gana.

Te llevas bien con la comida arequipeña?

Sí, en casa me gusta el arroz verde, lo prepara mi señora. Me gusta toda la comida criolla, el adobo me gusta pero no lo como mucho.

¿La comida es mejor que en Álvarez?

Nosotros somos distintos en ese aspecto porque comemos mucho la comida italiana, pastas, carnes, allá se come de otra manera por la abuela que te cocina como antes y de distinta manera, todo rico, aquí nos acomodamos con las nenas que les gusta mucho lo de aquí. Vamos a picanterías cuando tenemos tiempo, no me gusta mucho salir. En general comemos cualquier cosa somos abiertos.

Es cierto que te llamaron siempre de la U, Alianza Lima y Cristal?

Sí, siempre he tenido comunicación con ellos. Tuve propuestas y demás, pero siempre Melgar estuvo acá, Jorge. Haber uno puede ir a un equipo importante de la capital, tal vez ganar más dinero o más títulos, pero yo estoy muy identificado con esta ciudad, con este equipo, yo quiero estar acá a mí no me mueve ganar un poco más o un poco menos.

Es la tranquilidad y el lugar que uno ocupa. Digamos, el respeto que me tienen, lo que he logrado en el fútbol y también por un tema de agradecimiento porque Melgar me abrió las puertas siempre, quiso que yo esté con ellos acá, he prometido cada que me iba que siempre iba a volver acá y siempre traté de cumplir mi palabra y hasta ahora la he cumplido.

Dicen que las palabras se las lleva el viento, pero por un tema de respeto y por siempre esas personas que brindaron todo para que yo me quede acá, entonces el agradecimiento es mutuo.

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