Arequipa aporta más del 5 por ciento del PBI del país
Este es un momento para recordar nuestra historia, esa herencia de resiliencia y carácter que nos define, pero también es una oportunidad para mirar hacia adelante y construir el futuro que nuestros hijos merecen. Hoy más que nunca, Arequipa debe trazar una ruta clara para seguir siendo la Ciudad Blanca, un faro de progreso para todo el sur del Perú, resaltó el líder empresarial Julio Cáceres Arce.
GRACIAS A MINERÍA, AGROINDUSTRIA Y OTRAS ACTIVIDADES
El futuro de Arequipa se debe construir sobre cuatro pilares que necesitamos abrazar con fuerza. El primero, y quizás el más fundamental, es la necesidad urgente de una descentralización económica y fiscal genuina, dijo Cáceres Arce.
“Arequipa aporta ligeramente más del 5 % del PBI nacional, mediante importantes actividades como la minería y la agroindustria, entre otras. Sin embargo, es una práctica común que la gran mayoría de los recursos recaudados en las regiones por la administración nacional sean ejecutados en otras regiones, especialmente en Lima”, subrayó.
Al respecto es propicio hacernos la pregunta ¿cuántos proyectos de infraestructura vital, cuántas mejoras en salud, cuántas aulas modernas podríamos financiar si tuviéramos la autonomía para gestionar nuestros propios recursos?. Es hora de que el Estado central establezca mecanismos de ejecución presupuestal descentralizada. Las regiones deben ser provistas de las herramientas legales y administrativas, que generen competencias en los servidores públicos locales para decidir las maneras más idóneas de invertir en el desarrollo fuera de Lima. Una Arequipa fuerte fiscalmente es una Arequipa que puede construir su propio futuro, sin depender de la burocracia limeña, demandó Julio Cáceres Arce.
De la mano con esto, debemos librar una lucha frontal y sin cuartel contra la minería ilegal. “Este es un cáncer que no solo carcome nuestra tierra y contamina nuestros ríos, sino que también socava los cimientos de la economía formal, crea una competencia desleal y se envuelve en un manto de ilegalidad y delincuencia”, agregó.
Para él, es necesario proteger a nuestras comunidades y a nuestro medio ambiente, es una prioridad innegociable. Debemos unirnos: el gobierno, el sector privado formal y la sociedad civil. Es la única manera de garantizar que la prosperidad que buscamos sea sostenible, transparente y, sobre todo, responsable. Y hablando de sostenibilidad, el tercer pilar nos invita a soñar en grande: la inversión estratégica en energías renovables. Por décadas hemos encontrado la ubicación de Arequipa como intermedio entre dos áridos desiertos como una debilidad más que una ventaja. Hoy, la tecnología y la necesidad de energías más limpias nos muestran que el sol radiante del desierto y los vientos del sur son recursos ilimitados esperando ser aprovechados.
“Imaginemos una Arequipa que no solo brille por el blanco de su sillar, sino por la energía limpia que produce. Invertir en gas natural, energía solar, eólica e hidráulica para el Sur no es solo una moda. Por el contrario, es una estrategia para diversificar nuestra economía, generar empleos especializados de alto valor y atraer a empresas de tecnología que buscan un futuro más verde. Es el momento de que Arequipa se convierta en la capital de la energía renovable en el Perú y un nodo energético en América del Sur”, expresó.
“Este es un punto que me toca muy de cerca en mi rol miembro del Consejo Directivo de CONFIEP y como pastpresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa- el motor que impulsará todas estas transformaciones es la inversión privada. El rol del empresario no es solo generar ganancias, es un compromiso profundo con toda la sociedad en la que operamos de generar valor a todo nivel”, remarcó Cáceres Arce.
Entonces, es una herramienta que ha demostrado su poder para canalizar y materializar ese valor compartido, son precisamente las Obras por Impuestos. Este mecanismo permite a las empresas adelantar el pago de sus impuestos para ejecutar proyectos de infraestructura pública de manera más rápida y eficiente.
No es caridad, es un compromiso con el desarrollo. En ese sentido, me enorgullece mencionar que Grupo Gloria, un grupo empresarial nacido en el sur, es un actor clave y líder nacional en la ejecución de OxI. Bajo esta modalidad venimos realizando numerosas obras como la represa de Casablanca, el tercer componente de la autopista Arequipa-La Joya, el Palacio Municipal de Cayma, entre otras. Un ejemplo de inversión mediante el mencionado mecanismo, que personalmente me llena de esperanza, es el proyecto para construir el moderno campus para las escuelas profesionales de Administración y Agronomía de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) en Majes. Esta obra, valorada en más de 66 millones de soles, es un claro ejemplo de cómo la empresa privada puede aliarse con el Estado para fortalecer la educación superior, dándoles a nuestros jóvenes las herramientas para construir un futuro brillante. Es un voto de confianza en la juventud de Arequipa y en el futuro de nuestra región.
