Por Carlos Meneses

La democracia latino americana tiene duda sobre la eficiencia y el acierto en la votación para renovar autoridades igual.

En las elecciones presidenciales en Bolivia un gran sector ha preferido emitir un voto nulo y ahora corresponde preguntar a la ciudadanía peruana por quién votará en las elecciones presidenciales y congresales, y se confirmará que un gran porcentaje de la población estará de acuerdo con el voto nulo. En Bolivia ha alentado tal decisión en un sector que supera el 10 %.

Ha habido un desconcierto en la ciudadanía boliviana en general por quién y por qué votar, lo mismo podría ocurrir en el proceso que confrontaremos en el Perú. Lo que sucede es que hay una crisis en la democracia de América Latina y que las organizaciones partidarias no pueden superar, obligando a acudir a las urnas en una segunda vuelta.

Afortunadamente, el gobierno boliviano ha adoptado medidas para renovar su línea de autoridades militares y asegurar con ello una transición que sea válida para que mayoría ciudadana vaya a la segunda vuelta y se decida para ese país un cambio de sistema de gobierno que estará garantizado por un comando militar renovado y digno de garantizar un proceso ordenado.

El voto nulo es uno que no sirve para nada, la gente se abstiene de votar porque no está satisfecha con lo que los partidos han presentado y por la forma como lo han hecho.

Tenemos confianza en la superación de lo que no es normal en un proceso electoral, los grupos políticos no tienen proyectos válidos, responsables y por eso la ciudadanía se abstiene de dar un voto válido porque no sabe por quién votar.