Por: Carlos Meneses

Los empresarios anunciaron que en un futuro aún no precisado volverán a protestar por la falta de garantías para su trabajo, hasta ahora se estima que 45 conductores han muerto en atentados por parte de extorsionadoras y sicarios.

El paro de transportes convocado por el servicio público en Lima no funcionó, según la Policía el 70 % de las empresas formales de la capital trabajaron en forma normal, pero es cierto que la mayoría del servicio costó más de lo normal por decisión de los choferes. Las empresas que prestan servicio en los correderos cobraron precios establecidos, pero el transporte informal elevó las tarifas.

El Ministerio de Educación no suspendió clases y tampoco se produjo ninguna solicitud a las empresas privadas para que den facilidades de ingreso a sus trabajadores por considerar que la medida era innecesaria. Los empresarios privados sostuvieron que solo parte de sus afiliaos acogieron la orden de paralizar actividades.

La Policía dijo que alrededor de 50 mil agentes protegieron de daños a choferes y pasajeros. En horas de la tarde en las que debía realizarse un diálogo con el Gobierno este fue suspendido por falta de dirigentes que se iban a encargar de llevar la demanda de los transportistas que exigen radicales medidas en contra de extorsionadores y sicarios.

Las universidades tampoco suspendieron labores y la apariencia de Lima es que era una ciudad sin problemas. En vista del fracaso del paro el Gobierno dio por terminada la posibilidad de dialogar con los empresarios.

El paro estaba anunciado para 24 horas, pero desde la mañana se observó normalidad excepto por la suba en el precio de los pasajes que fue impuesta por los informales.