Precio del limón se “dispara” nuevamente en Arequipa
Precio de algunos productos como la papa con tendencia a la baja. La economía de las familias arequipeñas vuelve a resentirse ante la nueva alza de precios en productos esenciales. Esta vez, el protagonista es el limón, cuyo costo ha experimentado un incremento significativo en los principales mercados de la ciudad, alcanzando hasta 8 soles por kilo.
BAJA LA PAPA Y VAINITAS
En la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres, ubicada en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, así como en el mercado mayorista de Río Seco en Cerro Colorado, el kilo de limón se comercializa a 7 soles. Esta variación ha generado preocupación en las amas de casa, quienes expresan su incertidumbre frente al alza constante de los productos de consumo diario.
En otros centros de abasto como el mercado San Camilo y El Palomar, el precio del cítrico es aún mayor, llegando hasta los 8 soles por kilo. Comerciantes explican que este incremento responde a la baja producción registrada en esta época del año, especialmente durante los meses de agosto y setiembre, cuando suele haber escasez.
Las proyecciones no son alentadoras. Según los propios comerciantes, se espera que el precio del limón continúe subiendo en las próximas semanas, lo que impactaría directamente en el costo de los alimentos preparados y otras actividades económicas que dependen de este insumo.
Pero el limón no es el único producto afectado. La cebolla también ha registrado un aumento, vendiéndose entre 3.00 y 3.50 soles el kilo, dependiendo del tamaño y el mercado donde se adquiera. Este nuevo ajuste complica aún más el presupuesto familiar.
Por otro lado, algunos productos han mostrado una ligera disminución en sus precios. La papa, por ejemplo, puede encontrarse desde 1.20 soles el kilo, dependiendo de la variedad y tamaño. También se registró una baja en el precio de la vainita, que se oferta a 5 soles el kilo, y la arveja, a 4 soles.
A pesar de estas reducciones, la mayoría de productos básicos mantienen sus precios sin cambios significativos. Sin embargo, el temor al alza es constante entre los consumidores, quienes se muestran preocupados por la volatilidad del mercado y la falta de estabilidad en los costos.
Las autoridades del sector agrícola aún no se han pronunciado sobre posibles medidas de control o apoyo a los agricultores. Mientras tanto, las familias arequipeñas continúan enfrentando una economía cambiante que golpea, una vez más, al bolsillo del consumidor.
