Por: Carlos Meneses

Las perspectivas del próximo presupuesto son notoriamente más altas del que estamos terminando y como de los cueros salen las correas, así tendrá que ser en el 2026.    

No hay ninguna duda de que en el 2026 tendremos que pagar el déficit fiscal del 2025 a consecuencia de una deuda que el actual Poder Ejecutivo dejará como saldo de su gestión de este año. Debemos estar enterados de que hay un déficit de mil millones de soles en el presupuesto por obras que están inconclusas en toda la República y que el gobierno tendrá que asumir necesariamente en el próximo año.

Parte del déficit que también tendremos como carga para el próximo año proviene de los gastos legislativos, esto es los sueldos de senadores y diputados en mérito al incremento que se ha decidido para la presidenta de la República, además de los excesos que se arrastrarán del régimen actual, así como las reformas que se quieren hacer en infraestructura para atender necesidades del 2025.

El presupuesto del 2026 tiene que ajustarse a realidades que deja el gobierno de Boluarte y que el Estado asumirá como un compromiso que deberá pagar, así como el volumen de los gastos que demanden la composición del parlamento y las exigencias que hagan las bancadas nuevas.

No hay remedio, el 2026 será un año difícil para la economía fiscal y no habrá otra salida que acudir al único recurso que el Estado tiene para hacer frente a deudas pendientes que deberán pagarse. Sea quien sea el elegido como nuevo presidente tendrá que afrontar la responsabilidad que nos deja el gobierno de Boluarte.