El arquitecto Palomino afirma que se deben tomar medidas basadas en data para que sean efectivas.

Redacción Diario El Pueblo

El Portal de Flores fue vandalizado. Hace poco, jóvenes de la Escuela Taller Arequipa borraron una horrible pinta. Lamentablemente, en otros puntos de nuestro Centro Histórico, periódicamente sucede lo mismo. Hasta ahora, la lucha contra quienes vandalizan el patrimonio de la humanidad ha sido de poca intensidad. Estos dañadores muchas veces quedan impunes. Por eso, el arquitecto William Palomino, uno de los más conocidos restauradores del Centro Histórico, afirmó que se necesita un trabajo más “sistematizado y correlacional” al respecto. El objetivo es atacar el problema desde sus raíces.

En base a su experiencia, presume que hay tres grupos de vándalos. Primero, están quienes buscan aceptación en redes sociales. Dañan, toman fotos o graban videos y luego hacen público este material. Segundo, malos barristas. Y tercero, bandas criminales que estarían marcando su territorio.

“Necesitamos un trabajo sistematizado y correlacional. Por un lado, presumo que un grupo quiere ganar imagen social y, por otro, es una cosa más seria. Si trabajamos así, obtendremos data, y la data es importante para hacer análisis y después actuar. Identificar, trabajar con el equipo de fútbol, que la Policía ponga seguridad, investigue”, puntualizó el rarquitecto.

Asimismo, Palomino Bellido considera importante que sea de público conocimiento que una pinta no es igual que un graffiti. El primero no es arte. Muchos de estos dañadores se sienten bien cuando en medios de comunicación o redes sociales sale que lo que han hecho es un graffiti. Entonces, utilizar el término “pinta” ayuda a que lo hecho no se vea como una hazaña, sino como lo que es: algo repugnante.