Consejo Regional aprobó endeudamiento, pero duda que se entreguen hospitales Maritza Campos y Camaná.

Por Danna Felipe B.

Aarón Maldonado fue uno de los consejeros que votó a favor de endeudar a la región por 20 años con la finalidad de que el gobernador Rohel Sánchez entregue los hospitales Maritza Campos y Camaná antes de 2027. Sin embargo, el presidente de la Comisión de Infraestructura e Impacto Regional duda que así sea. Entonces, surge la pregunta: ¿por qué apoyó la propuesta? Respondió que Arequipa necesita “institucionalizarse”, que no importa quién entregue, debe haber continuación. En simples palabras, defiende un sacrificio del que no se está seguro dará algún fruto.

“Arequipa y el Perú necesitan institucionalizarse. Nosotros tenemos que actuar con institucionalización. No importa quién venga después, se debe continuar. Lamentablemente, nos hemos acostumbrado a hacer un tipo de política que se va un gobernador o un alcalde y no continuar. Dejemos de pensar en quién inaugura y quién no”, fue el argumento de Maldonado López.

Sin embargo, contradictoriamente, admite que el endeudamiento por más de S/ 280 millones no es “lo óptimo, pero sí viable”.

En este marco, se le preguntó dónde queda la capacidad de gestión del gobernador Rohel Sánchez, ya que la alternativa seleccionada tuvo que ser endeudarnos por 20 años. Respondió: “Lo que dijo la presidenta al gobernador es que tenemos un país que económicamente no ha avanzado mucho y que no hay presupuesto. Entonces, se ha buscado un camino alternativo que es el endeudamiento”.

Según el consejero por la provincia de Caravelí, el Consejo Regional de Arequipa aprueba el endeudamiento porque “la salud no se puede postergar”. Sin embargo, él mismo duda en abandonar el cargo dejando alguno de los dos hospitales atendiendo. “Falta mucha infraestructura y en 12 meses lo veo complicado, pero ojalá que sí”. Entonces, ¿por qué aprobamos sacrificar a la región si no estamos seguros de los frutos, si estamos con la esperanza de que “ojalá que sí”?

Una verdad; no es lo correcto, pero es lo que regularmente pasa. Una nueva gestión ingresa y culpa a las anteriores por no poder entregar esta, esa o aquella obra.