¿Quién y cómo hizo asilo Lira?

La obra trajo desarrollo en vivienda y también el gran puente Chilina.

Por Carlos Meneses Cornejo

ESPECIALES DE AREQUIPA: Los arequipeños que yo conocí

Francisco José Víctor Felipe Lira Goycolea.

El 7 de marzo de 1867, nació en Arequipa Francisco José Víctor Felipe Lira Goycolea, un empresario que llegó a tener 10 hijos, de los cuales 5 vivieron en el ingenio azucarero de su propiedad en el Valle de Tambo en el que vivió toda su vida haciendo obras de bien.

Él se casó con María del Carmen Josefa Petronila Augusta de Romaña Marco del Pont, de joven formó un equipo de fútbol incluyendo banda de músicos y construyó casas para sus empleados y obreros proveyéndoles de agua potable y compró un grupo electrógeno para acudirlos con luz eléctrica.

Con el apoyo de su esposa trajeron de Italia dos jardineros para que convirtieran su hacienda y de la vecina Chucarapi haciendo jardines, también Carlos Lucioni y su primo Leopoldo Lucioni tuvieron jardines en Arequipa e hicieron plazas para la ciudad.

En 1969, llegó a Arequipa la reverenda madre Isabel de los Desamparados rumbo a La Paz (Bolivia) y se quedó algunos días en la ciudad y el 11 de abril de 1912 arribaron otras dos religiosas sor Ramona de los Ángeles Sánchez y sor Josefa del Rosario Puchades, a ellas Víctor Lira les dijo que si conseguían un terreno él financiaría la construcción de un asilo para ancianos y ancianas desvalidas. Ellas aceptaron el reto.

Víctor Lira fue avisado de que las monjas habían conseguido los terrenos en lo que antes había sido el hospital de San Juan de Dios en la esquina de la calle San Juan de Dios con Dean Valdivia y allí empezó la obra del asilo donde los alojados estaban hacinados entonces consiguieron otro terreno.

Los ingenieros arequipeños Luis Alfredo Gilardi y Antonio Mosca comenzaron a construir el asilo que fue inaugurado el 28 de mayo de 1921 en la calle la Palma, hoy Víctor Lira, en donde ahora se encuentra una unidad vecinal.

Puente Chilina.

El primer asilo fue destruido por los terremotos de 1958 y 1960, el local fue seriamente averiado y un hijo de Lira que después fue congresista, Enrique Lira de Romaña, fue elegido alcalde de Arequipa. Luego un nieto suyo del fundador de nombre Guillermo Lira también nacido en Tambo creó una máquina de volar a la que llamó girocóptero que llegó a volar 200 horas con un motor de 90 caballos de fuerza.

Siendo presidente de la República, Fernando Belaúnde Terry y en vista de los daños sufridos en el asilo, el ingeniero Fernando Chávez Belaúnde, amigo de los Lira, le propuso al jefe de Estado cambiar el terreno del primer asilo por una unidad habitacional que fue de las primeras en hacerse en el Perú, después de Lima.

Chávez Belaúnde consiguió un terreno de campo para construir el nuevo asilo, que también se llama Lira, en Carmen Alto. Belaúnde Terry construyó una serie de complejos habitacionales que empezaron en lo que fue el primer asilo y continuaron en otros lugares de Arequipa.

En asilo Lira de Cayma alberga normalmente a 200 ancianos entre varones y mujeres, todos ellos carentes de recursos económicos y generalmente abandonados. Las monjas los atienden y en la zona también se estableció el colegio de San Francisco de Asís que ocuparon el antiguo local de la tercera cuadra de la calle Jerusalén.

El segundo asilo soportó un terremoto y cuando se fue a verificar su estado acompañé a Fernando Chávez a comprobar que solo se había roto un vidrio pequeño, en todo el edificio no hubo grietas ni fisuras en las paredes menos heridos.

Por entonces presidía el Gobierno Regional de a Arequipa quien también fue alcalde de Arequipa, Juan Manuel Guillén Benavides, y, aprovechando la coyuntura, consiguió que mediante el pago contra impuestos, y sin costo alguno para la ciudad, el Banco Interbank, la compañía minera mexicana Southern y la Cervecería Backus financiaran la gigantesca obra del puente más largo que tiene el Perú, el puente Chilina y un complejo que garantizara que en el puente Chilina se mantuvieran cultivos agrícolas y no hubiera edificios para no malograr el paisaje. Se hizo pistas de vinculación con Miraflores y Alto Selva Alegre y por el otro lado con Cayma, Cerro Colorado y las centrales de Charcani para generar más energía y fuerza motriz para la ciudad.

Fernando Chávez Belaúnde, el constructor.

El asilo Lira sigue viviendo con la contribución de muchos arequipeños que dan óbolos y los agricultores donan cultivos como papas, leche y otros para mantenerlo.

El padre de Abimael Guzmán trabajó en el fundo del primer asilo y fue el tiempo en que Arequipa exportó escobas a Panamá que eran elaboradas con pajas de arroz que se cosechaba en Tambo y la ganancia era repartida entre los obreros.

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