Inversión minera en Arequipa sumó 278 millones de dólares
En el primer semestre de 2025 la producción de cobre en Arequipa alcanzó 203 559 toneladas métricas finas, por debajo de las 224 692 del mismo periodo de 2024. Esta disminución se explica por la menor ley del mineral en algunos yacimientos y por las paradas de mantenimiento e inversiones en modernización que, aunque necesarias para sostener la producción futura, redujeron el volumen en el corto plazo.
El contexto externo tampoco ayudó. China, principal destino del cobre arequipeño, incrementó su producción refinada y con ello redujo sus importaciones, lo que limitó las oportunidades de exportación para el mineral peruano. Japón mantuvo una demanda más estable, aunque insuficiente para compensar la menor compra china, mientras que España continuó con una participación menor dentro de la canasta exportadora.
Otro factor clave fue el precio internacional. Después de haber superado los 5 dólares por libra en 2024; en 2025 estuvo en un rango de 4.20 y 4.80 dólares por libra. Estos valores más bajos redujeron los márgenes de rentabilidad y llevaron a ajustes en la producción regional.
A nivel global, la transición hacia energías limpias sigue sosteniendo la demanda de cobre, pero el aumento de la refinación en Asia y las tensiones comerciales han generado un mercado más competitivo. En este escenario, Arequipa enfrenta el reto de mantener su posición reforzando eficiencia y adaptándose a las nuevas condiciones del comercio internacional.

Por otro lado, entre enero y junio de 2025 la inversión minera en Arequipa alcanzó 278 millones de dólares, lo que significó un incremento respecto a los 226 millones registrados en el mismo periodo de 2024. Dentro de esta evolución, los mayores recursos se dirigieron a plantas de beneficio (42 %) y a exploración (26 %), mientras que el equipamiento minero bajó a 21 % y la infraestructura mantuvo un rol menor. Este comportamiento se explica, en parte, por los proyectos de modernización y ampliación que buscan optimizar el procesamiento y, al mismo tiempo, por el impulso a nuevas campañas de exploración en respuesta a la reducción de la ley del mineral y a la necesidad de sostener la producción en el largo plazo.
De esta manera, la región refuerza su estrategia de sostener la producción futura y mantener competitividad, alineándose con la tendencia nacional de priorizar proyectos que fortalezcan la cartera minera frente a un escenario internacional más exigente.

RESALTAR
Finalmente, a junio de 2025 el empleo directo en la minería de Arequipa alcanzó 38 216 puestos de trabajo, consolidando una tendencia de crecimiento respecto a los 33 485 registrados en 2024, los 31 799 en 2023 y los 30 891 en 2022. Este aumento refleja el efecto de mayores inversiones en modernización y exploración, que demandan mano de obra adicional tanto en etapas operativas como en actividades de preparación.

