Por: Carlos Meneses

La promoción turística es tarea de todos y especialmente del Ministerio de Cultura.

La Municipalidad Provincial de Arequipa ha decidido promover la actividad turística en la niñez arequipeña y para ello ha previsto el trabajo de una dependencia especializada para conseguir que los niños aprecien, igual que los extranjeros que nos visiten, la belleza de nuestro centro histórico y de los monumentos que adornan la ciudad que está al pie del Misti.

Creemos que es una decisión acertada sobre todo ahora que el Cusco ha paralizado su accionar para conseguir que cada año lleguen del extranjero quienes quieren conocer la maravilla del mundo que significa Machu Picchu.

La actitud del Gobierno Regional del Cusco era una lógica respuesta al descuido que se ha observado, sobre todo, en los últimos años y por parte del Ministerio de Cultura. La pita se rompió por el lado más delgado y las poblaciones cusqueñas paralizaron la venta de pasajes y el traslado de quienes nos distinguen con los afanes de conocer lo bello que resulta la ciudad y la imponencia de Machu Picchu.

Eso ha ocasionado pérdidas millonarias que son irrecuperables porque el que venga y no conozca Machu Picchu no conoce lo que resulta ser una maravilla de la creación de los cusqueños antiguos.

Cuando los gobiernos centralistas no pueden asumir a plenitud su responsabilidad pasa lo que ha ocurrido en el Cusco y desagradable resulta decir que aquí en Arequipa también se ha descuidado la promoción turística y la obra del Ministerio de Cultura no se advierte a plenitud en el trabajo y en el beneficio que debe conseguir.