Kelly Salas, jefa de la Oficina Desconcentrada del OEFA en Arequipa.

Desde el 2025, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) asumió la supervisión y fiscalización ambiental en el sector agrícola.

Solo este año recibieron al menos seis denuncias relacionadas a la quema de rastrojos y paja, una práctica frecuente tras la cosecha de arroz entre febrero y abril. Ante el daño ambiental que ocasiona, la institución inició un plan por etapas para erradicarla.

«La quema de rastrojos está prohibida, pero ocurre en zonas arroceras como Islay y Camaná. Ahora trabajamos en una etapa de concientización con los agricultores. Muchos la realizan por costumbre, pero esta práctica no es correcta. Buscamos que adopten acciones sostenibles y que no se repitan estos incidentes», declaró Kelly Salas Cisneros, jefa de la Oficina Desconcentrada del OEFA en Arequipa.

De acuerdo a la especialista, las fases de difusión y sensibilización se extenderán hasta finales del 2026. De modo que a partir del 2027, dependiendo del comportamiento del sector agrícola, el OEFA podría iniciar la imposición de multas. Las sanciones van desde 1 hasta 30 mil UIT. Sin embargo, Salas Cisneros aclaró que el objetivo no es llevar al quiebre a ninguna actividad productiva, por lo que el monto se definirá según la gravedad de cada caso.

En 2022, el Consejo Regional de Arequipa aprobó la Ordenanza N.° 487, que prohibía la quema de rastrojos y paja. No obstante, el Gobierno Regional no tiene competencia para sancionar en materia ambiental, ya que esa función recae exclusivamente en el OEFA. Por ello, se planteó modificar la ordenanza para evitar la duplicidad de funciones. «El Consejo puede apoyarnos en la etapa de sensibilización y en las reuniones con las juntas de usuarios», señaló Salas Cisneros.

Las quemazones generan impactos en la calidad del aire, afectan la salud respiratoria de la población y reducen la visibilidad, lo que incluso puede provocar accidentes de tránsito.