Butters es precandidato presidencial de Avanza País.

Phillip Butters llegó a Juliaca para brindar una entrevista en un medio radial de la zona. Sin embargo, sus planes se frustraron luego de que un gran grupo de pobladores llegaran a las instalaciones del medio de comunicación para mostrar su indignación.

El precandidato presidencial de Avanza País llegó a la ciudad puneña como parte de su periplo por distintas regiones del Perú.

Su aparición en la radio La Decana se suspendió debido al descontrol ocasionado por los moradores enfurecidos, que con pancartas y cánticos exigieron que el ‘Sabelón’ dé la cara y responda por las posturas mediáticas que había defendido en Lima, consideras por ellos como ofensivas para la región.

«Que salga el asesino», vociferaban, mientras mostraban ante cámaras pancartas con escritos que decían «Phillip Waters, cómplice de las masacres (…) Puno tiene memoria».

La situación escaló de una protesta ruidosa a una amenaza violenta cuando un poblador tomó un megáfono y advirtió con invadir el medio de comunicación a fin de agredir a la ahora figura política: «Vamos a esperar unos cuantos minutos más. Caso contrario, estaremos ingresando, tomando el local y lincharemos a este parásito».

La Policía Nacional del Perú (PNP), alertada de la inminente toma de la propiedad, llegó al lugar justo a tiempo. Formaron un cordón, un escudo que se interpuso entre la multitud enfurecida y el portal de la estación radial. Incluso, algunos efectivos, por cumplir su misión de restablecer el orden, recibieron huevazos.

Butters se mantuvo encerrado por varios minutos mientras la Policía lidiaba con la multitud para asegurar una extracción segura del comunicador.

Finalmente, se tomó la decisión de evacuarlo. Las puertas del inmueble se abrieron y Phillip Butters emergió usando un casco en medio de una formación de agentes. Era un hombre bajo un cerco de seguridad personal, rodeado por efectivos que lo flanqueaban a paso rápido.

Apenas se le vio, la multitud redobló su furia. Lanzaron objetos: huevos, botellas rellenas de orines, y tierra, que golpeaban los escudos de los policías.

De acuerdo con la versión expuesta en redes sociales, otro grupo de pobladores también se organizó para continuar con las muestras de rechazo en el aeropuerto de Juliaca.