Fotos: Jorge Esquivel Z.

Con un acto cívico en el óvalo del Puente Grau, autoridades civiles, militares y cientos de ciudadanos conmemoraron el 146.° aniversario del Combate de Angamos y el 204.° aniversario de creación de la Marina de Guerra del Perú. La ceremonia, marcada por el fervor patriótico, se desarrolló entre cánticos, ofrendas florales y un desfile militar. Sin embargo, la ausencia del gobernador regional Rohel Sánchez y del alcalde provincial Víctor Hugo Rivera no pasó desapercibida entre los asistentes.

EN 146 ANIVERSARIO DEL COMBATE DE ANGAMOS

En el estrado de honor estuvieron presentes el jefe de la Región Policial Arequipa, general PNP Olger Benavides Ponce de León; el comandante general de la Tercera División del Ejército, Jorge Luis Agramonte Aguilar; el prefecto regional, Francis Alarcón Gallegos; el presidente de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, Nicolás Iscarra Pongo; y el arzobispo auxiliar de Arequipa, monseñor Raúl Chau Quispe. Las representaciones institucionales ocuparon todo el perímetro del monumento dedicado al héroe de Angamos.

Durante el discurso de orden, el comandante de la Tercera Zona Naval, contralmirante Alberto Sara Ramos, destacó la vigencia del legado de Miguel Grau Seminario y el compromiso de la Marina con el país. «Esta fecha no solo nos invita a recordar a quienes, con orgullo y sacrificio, forjaron el destino de nuestra institución naval, sino también a reafirmar los valores y principios que nos definen como nación marítima. En este acto, evocamos más de dos siglos de servicio continuo a la patria y rendimos tributo al ejemplo moral y profesional de Miguel Grau, cuya grandeza trasciende fronteras», expresó.

Tras la presentación de una veintena de arreglos florales —enviados por instituciones públicas y privadas representativas de la región— se inició el desfile militar, uno de los momentos más esperados por el público. Participaron destacamentos del Ejército del Perú, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional del Perú, que marcharon al compás de las bandas militares frente al monumento de Grau.

La ceremonia comenzó a las 9:20 horas, con un leve retraso, y se extendió hasta las 11:30. Durante su desarrollo, el tránsito vehicular permaneció restringido en las avenidas Puente Grau y Bolognesi, lo que generó congestión en las vías cercanas al centro histórico de la ciudad.

HISTORIA

Un 8 de octubre de 1879, las 9:40 horas, el Monitor Huáscar, capitaneado por el contralmirante Miguel Grau, disparó sus cañones contra el blindado chileno Lord Cochrane. Así se iniciaría el combate de Angamos, que abriría la puerta de la inmortalidad a los marinos peruanos que ofrendaron en el transcurso de esa mañana su vida por la patria.

Las correteaderas del Huáscar, poniendo en jaque a una escuadra de mayor poder de fuego y mejor equipada, se iniciaron mucho antes. El episodio más recordado de esa primera etapa fue el Combate de Iquique, del 21 de mayo de 1879.

En esa ocasión se ganó el apelativo de Caballero de los Mares por rescatar a los marinos chilenos de la hundida corbeta Esmeralda y por enviar a la viuda del capitán chileno Arturo Prat los objetos personales de su esposo –su diario personal, su uniforme y su espada, entre otros– junto con una carta de pésame.

Durante los meses que duró la campaña naval, Grau con el Huáscar supo ingeniárselas para evitar las embarcaciones mejor blindadas de Chile. No obstante, ese 8 de octubre se encontró con una celada de la que no pudo escapar.

De acuerdo con lo leído en el reporte de este combate en el Diario Oficial El Peruano, el Huáscar, junto con la corbeta Unión, regresaban a los puertos de nuestro país cuando alrededor de las 4 de la mañana se divisó que se acercaban naves enemigas.

Grau, curtido ya en estos menesteres, ordenó que su nave y su acompañante tomaran otro rumbo para evitar el enfrentamiento.

Horas más tarde, avistaron otro grupo de naves chilenas cercando el paso. La corbeta Unión tuvo oportunidad de maniobrar y burlar la estrategia rival. En cambio, el Huáscar se enfrentó a dos blindados, Lord Cochrane y Blanco Encalada. Aún en desventaja, Grau intentó espolear a los enemigos, pero no logró su objetivo. Una hora más tarde aproximadamente, en el fragor de la batalla, cayó una granada cerca de la torre.