Fotos: Jorge Esquivel

Yanahuara es uno de los distritos más visitados.

EN AREQUIPA

El feriado de ayer se vivió con entusiasmo en Arequipa, donde centenares de personas aprovecharon la jornada de descanso para salir de la rutina y disfrutar de actividades recreativas en familia. Desde tempranas horas, se reportó una gran afluencia de público en centros comerciales, restaurantes y diversos atractivos turísticos ubicados dentro y fuera de la ciudad.

Una de las zonas con mayor movimiento fue la avenida Arancota, en el distrito de Sachaca, donde los restaurantes lucieron abarrotados durante gran parte del día. Familias enteras acudieron para almorzar, compartir momentos y disfrutar de la variada oferta gastronómica local, en un ambiente festivo y de convivencia.

En tanto, los principales malls de la ciudad también fueron puntos de concentración masiva. Las áreas de compras, entretenimiento y los patios de comida recibieron a una gran cantidad de visitantes, muchos de ellos atraídos por promociones y actividades especiales por el feriado.

El interés de los ciudadanos no se limitó a espacios comerciales. Muchas personas decidieron salir a conocer o redescubrir los atractivos turísticos cercanos, como el tradicional Molino de Sabandía, el mirador de Yanahuara, y el de Sachaca, que ofrecen vistas privilegiadas y momentos ideales para capturar fotografías.

Uno de los destinos más concurridos fue la Ruta del Sillar, en las canteras de Añashuayco. Allí, visitantes locales y algunos turistas nacionales recorrieron los tallados en piedra, guiados por artesanos y pobladores que explicaron la historia y el proceso de trabajo de este material emblemático de la arquitectura arequipeña.

El feriado se convirtió en una valiosa oportunidad para el turismo interno. Muchos ciudadanos que, por motivos laborales, no pueden disfrutar del fin de semana, encontraron en esta fecha la excusa perfecta para salir, conocer nuevos lugares y fortalecer lazos familiares.

Comerciantes, guías turísticos y emprendedores locales destacaron el impacto positivo de este tipo de fechas en la economía. “Cada feriado es una ventana para mostrar lo que Arequipa tiene y ofrecer una experiencia que motive al visitante a volver”, comentó una comerciante de la Ruta del Sillar.

A pesar de la masiva afluencia, las actividades se desarrollaron con normalidad y bajo supervisión municipal. Las autoridades reportaron un comportamiento ordenado por parte del público y se desplegaron operativos para garantizar la seguridad en las zonas con mayor concurrencia.

El feriado fue aprovechado al máximo por los arequipeños, que encontraron en su propia ciudad una amplia oferta de ocio, cultura y tradición. Una jornada que no solo alivió el estrés cotidiano, sino que también reafirmó el valor de compartir y redescubrir el patrimonio local.