El doctor García los llama a potenciarse con escritos clásicos y contemporáneos.

Por Danna Felipe B.

Actualmente, hay una crítica constante al cómo se comunican los jóvenes y señoritas. El doctor Álvaro García Santa-Cecilia, filólogo y ahora Profesor Extraordinario en la condición de Honorario de la UCSM, no comprende la objeción. Más bien, cree que refuerza los lazos dentro del grupo. Eso no tiene por qué ser malo. No obstante, no significa que esta generación deba quedarse solo allí. Es un error no explorar y enriquecerse de los grandes escritos clásicos y contemporáneos.

«Han tenido la tendencia a cultivar, digamos, un lenguaje propio que les sirve de identificación. Siempre que sea un medio de comunicación para desenvolverse en el grupo, no es objetable. Al contrario, refuerza los lazos en el mismo”, aseguró.

Muchas personas temen que esto conlleve a un empobrecimiento del lenguaje. García Santa-Cecilia no tiene el mismo punto de vista. Repite que a los jóvenes y señoritas les sirve de identificación. “Otra cosa es que no tengan ninguna sensibilidad a lo que significa la lengua, su cultura”. Entonces, uno no puede ser pesimista, nos dice. Eso sí, está completamente de acuerdo en que el grupo juvenil debe expandir sus horizontes. Su lenguaje no es objetable, mas sí enriquecible para su propio bien.

“Hay que hacer que los jóvenes no se pierdan las grandes lecturas. Animarlos a que se acerquen, aunque sea poco a poco, a la lectura de los grandes textos clásicos y contemporáneos. Es la manera en la que ellos van a descubrir la fuente de placer que la lectura es, que los acompañe y enriquezca para toda la vida”, expresó el docente.

Y así recordó que Arequipa es cuna de uno de los grandes de las letras mundiales, nuestro premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Ya saben con qué libros comenzar a enriquecerse.

DATO

Arequipa tiene la grata presencia de Álvaro García Santa-Cecilia, Director Académico del Instituto Cervantes, quien desde este jueves 9 de octubre es Profesor Extraordinario en la condición de Honorario de la Universidad Católica de Santa María, por su valioso aporte al mundo de las letras, lo cual él toma como un gesto de confianza a su labor docente y su compromiso con la enseñanza del español como idioma extranjero.