Ciudadanos salen a las calle para pedir «que se vayan todos».

Una nueva jornada de protestas se vivió ayer en el Cercado de Lima y en distintas regiones del país, protagonizada por colectivos sociales, sindicatos y organizaciones civiles que rechazan el actual rumbo político del país. Los manifestantes expresaron su descontento ante la asunción de José Jerí a la Presidencia de la República tras la vacancia de Dina Boluarte, calificando el hecho como un “continuismo del mismo régimen”.

Desde las cinco de la tarde, cientos de personas se concentraron en la plaza San Martín y en la plaza Dos de Mayo, donde iniciaron su marcha rumbo al Congreso de la República. Al grito de “¡Que se vayan todos!” y portando pancartas contra la corrupción y la inseguridad, los manifestantes recorrieron las principales arterias del centro de la capital.

La movilización avanzó por la avenida Nicolás de Piérola hasta las inmediaciones del Palacio Legislativo, donde un fuerte contingente policial impidió su paso. La tensión aumentó cuando algunos manifestantes prendieron fuego a objetos frente a las rejas de seguridad, lo que motivó la intervención inmediata de los agentes. La Policía Nacional del Perú (PNP) respondió con bombas lacrimógenas para dispersar a la multitud.

El comandante general de la PNP, Óscar Arriola, declaró que los efectivos actuaron “de manera gradual” frente a los intentos de violencia. “No se puede permitir que se busque incendiar el Congreso. Somos la fuerza pública y debemos garantizar el orden”, señaló.

En tanto, el presidente José Jerí se pronunció a través de su cuenta de X (antes Twitter), condenando los hechos violentos registrados durante la manifestación. “El Gobierno respeta el derecho a la protesta pacífica, pero no permitirá actos de violencia ni vandalismo que pongan en riesgo la seguridad de los ciudadanos”, escribió.

Las repercusiones no se limitaron a la capital. En ciudades como Cusco, Piura y Trujillo también se registraron marchas. En Cusco, los manifestantes recorrieron el centro histórico coreando consignas contra el Congreso y reclamando nuevas elecciones generales. En Piura, los participantes protestaron por el incremento de la inseguridad y la corrupción, exigiendo soluciones inmediatas. En La Libertad, grupos de ciudadanos se concentraron frente al Gobierno Regional, donde encendieron neumáticos en señal de protesta.

Las movilizaciones afectaron también el transporte urbano en Lima. La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) informó la suspensión temporal del servicio del Metropolitano en las estaciones Colmena, Jirón de la Unión, Tacna y Castilla, mientras que la ruta A fue desviada por la avenida Alfonso Ugarte.

Hasta el cierre de esta edición, no se habían reportado detenidos, aunque algunos manifestantes fueron atendidos por personal de salud debido a la inhalación de gases lacrimógenos. La Defensoría del Pueblo instó tanto a los ciudadanos como a las fuerzas del orden a mantener la calma y garantizar el respeto a los derechos humanos durante las protestas.

Las marchas reflejan un clima de creciente desconfianza hacia las instituciones del Estado, en un contexto político aún inestable tras la reciente vacancia presidencial. Organizaciones sociales han anunciado que continuarán con las movilizaciones en los próximos días, exigiendo una “renovación total del sistema político” y elecciones anticipadas.