Escalada entre EE. UU. y Venezuela: buques, filtraciones y almirante retirado
Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La actual escalada entre Washington y Caracas se desarrolla a cámara lenta, con filtraciones de imágenes de buques supuestamente secretos, o de trayectorias de aviones, o la confirmación por parte del presidente Donald Trump de que la CIA vuelve a intervenir en la región.
«Es un poco gracioso porque en el pasado, durante la Guerra Fría, las intervenciones de la CIA en América Latina eran encubiertas», explica Michelle Paranzino, profesora asociada de estrategia y política en Colegio Naval Militar estadounidense, y experta en América Latina.
«Era para mantener la negación plausible de la implicación de Estados Unidos. No está muy claro cuál es el aspecto encubierto aquí si el presidente lo está reconociendo abiertamente», añadió.
Los medios estadounidenses han filtrado varios aspectos del despliegue de fuerza o de los supuestos contactos con el régimen venezolano, confirmados o no por Trump.
Las operaciones de la CIA en Venezuela se deberían «a dos razones» dijo Trump a un periodista: al hecho de que Maduro es un supuesto líder del narco y a que Venezuela habría soltado a reos para
Paralelamente, otras filtraciones parecerían indicar que la administración no controla totalmente la narrativa.
Aficionados a la aviación han colgado en redes sociales itinerarios de aparatos militares estadounidenses ante las costas venezolanas, utilizando simples rastreadores en internet como Flightradar24.
El Pentágono informó luego que un bombardero B-52, con capacidad de transportar armas nucleares, había sobrevolado la zona el 15 de octubre, para garantizar la capacidad «de responder a cualquier eventualidad o desafío».
Y medios de comunicación publicaron además fotografías borrosas de un supuesto «navío fantasma» con comandos especiales a bordo.
Se trataría del MV Ocean Trader, un navío con capacidad de «mimetizarse» para pasar por buque mercante, según el sitio especializado Task&Purpose.
Estados Unidos tiene ante sí tres opciones, según Evan Cooper y Alessandro Perri, analistas del sitio especializado en seguridad y estrategia Stimson.
«Continuar con los ataques contra navíos en el Caribe, llevar a cabo ataques determinados dentro de Venezuela o una invasión de Venezuela con el objetivo de cambiar el régimen», explican.
Esas tres opciones «son malas», a juicio de los especialistas, a partir del pasado intervencionista de Estados Unidos en la región.
Sin embargo, Trump ha hecho de la consigna «hacerse respetar» uno de los ejes de su política exterior.
Ese ambiguo concepto le ayudó a Estados Unidos a atacar a Irán junto a Israel, para inmediatamente después declarar la victoria y proponer nuevas negociaciones.
