El lenguaje oscuro de los políticos

El periodismo está obligado a ser cada vez más crítico.

Por Danna Felipe B.

Nuestros gobernantes están en la obligación de comunicarse claramente con nosotros, hablar y escribir bien a través de sus equipos de prensa. Tenemos derecho a entender. Sin embargo, vivimos en una realidad inversa; prevalece un lenguaje oscuro. A más de una autoridad se le hace una pregunta y, al final, habla mucho y no dice nada. El uso excesivo de los condicionales y términos técnicos. Además, se ha normalizado el no preguntar por miedo a parecer tonto.

Es en medio de este lenguaje excluyente que los periodistas deben fortalecer su pensamiento crítico y seguir siendo la herramienta de contrapoder. Así lo afirmó Rosa María Palacios, abogada y periodista peruana.

“Es verdad que los políticos tratan siempre de tener un lenguaje que, si bien no necesariamente oculta la realidad, por lo menos la disfraza. Nuestro trabajo como comunicadores es hacer que esas máscaras caigan, para que el público entienda la verdad. Hacer comprensible aquello que es oscuro, a riesgo de que nos digan que somos chabacanos o simplistas”, nos declaró la comunicadora.

En este marco, puede ser que la autoridad no explique bien a propósito. “Normalmente, la autoridad no lo explica bien, porque no explicarlo bien es parte de la naturaleza del poder en todas partes, no solo en el Perú”, subrayó nuestra entrevistada. Asimismo, es posible que la autoridad no sepa expresarse y gran parte de su comunicación sea solo a través de su equipo de prensa.

“Los comunicadores que trabajan con los políticos reciben órdenes, órdenes políticas. Es decir, lo que quiere comunicar la autoridad. No es el periodismo como una herramienta de contrapeso al poder. Esa es la herramienta que tenemos nosotros, los que estamos en medios de comunicación al servicio del público. Entonces, yo no espero de una nota de prensa más que la versión oficial de lo que me quiere decir la autoridad. Sobre esa versión, nuestro trabajo es preguntar, ver los claroscuros, ver las sutilezas, ver dónde no está la información”, puntualizó.

También puede que se esté preguntando mal, en especial los periodistas. Esto último es un problema, y es la gente la cual recibe el impacto primero, porque hay que recordar que un periodista está a su servicio. Está en busca de su desarrollo próspero, tanto a nivel personal como social, y ese objetivo solo se puede lograr a través de quienes tienen el poder de tomar decisiones y hacer cambios a gran escala.

“Tal vez los comunicadores no estamos preguntando correctamente. Entonces, por ejemplo, cuando nuestro objetivo es un sí o no, hay que preguntar: ‘Respóndame, por favor, sí o no’. Entonces, si tú dejas la pregunta muy abierta, tal vez la persona se te escape dándote otras respuestas; pero si la haces muy cerrada, tal vez se te escape también. Entonces, el arte de entrevistar implica paciencia, escuchar atentamente y mucha investigación previa”, aseguró.

El cuarto poder no puede retroceder en un mundo que exige cada vez más que haga un buen trabajo.

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