Por: Carlos Meneses

El Perú necesita menos enfrentamientos y más soluciones. El voto de confianza que se debatirá este miércoles no solo definirá la suerte del gabinete, sino también el grado de compromiso del Congreso con la gobernabilidad, la seguridad y el futuro del país.

Mañana el presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez Miranda, acudirá al Congreso de la República para exponer las políticas generales del Gobierno del presidente José Jerí y solicitar el voto de confianza para su Gabinete. La sesión ha sido convocada para las 16:00 horas, luego de que el presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi, confirmara la aprobación del pedido formulado por el Ejecutivo.

La presentación del premier Álvarez se da en un contexto político complejo, en el que el país demanda señales claras de estabilidad, firmeza y consenso. El voto de confianza no debe verse como una mera formalidad constitucional, sino como una oportunidad para tender puentes entre el Ejecutivo y el Legislativo, dos poderes que necesitan coordinar y cooperar para sacar adelante las reformas que el Perú exige con urgencia.

Desde su juramentación el pasado 14 de octubre, Álvarez ha dejado en claro que su gestión buscará enfrentar con decisión los problemas estructurales de seguridad ciudadana, empezando por la propuesta de declarar en estado de emergencia Lima Metropolitana debido a la creciente ola de criminalidad. No obstante, su presentación ante el Parlamento deberá trascender las medidas reactivas y ofrecer una visión integral del país: una agenda económica sólida, un plan social inclusivo y un compromiso con la transparencia institucional.

El Ejecutivo tiene la responsabilidad de recuperar la confianza ciudadana, deteriorada por la ineficacia y la confrontación política. Pero el Congreso también debe actuar con madurez. El voto de confianza no puede convertirse en un arma de bloqueo o chantaje político; por el contrario, debe asumirse como un acto de responsabilidad frente al país, especialmente en momentos en que la inseguridad, el desempleo y la desconfianza en las instituciones afectan a millones de peruanos.

El premier Álvarez llega con la expectativa de ser un gestor del diálogo y la eficiencia, atributos indispensables para un gabinete que debe combinar firmeza en la acción con apertura a la crítica constructiva. Su exposición será la primera gran prueba del nuevo equipo ministerial y un termómetro del rumbo que tomará el Gobierno en los próximos meses.